¿Qué tienen en común los limpiadores de horno, los disolventes de pintura y los relajantes químicos para el cabello? Todos ellos contienen lejía, o hidróxido de sodio, una sustancia versátil pero altamente corrosiva que se utiliza en la fabricación de muchos productos diferentes.
Debido a que los relajantes para el cabello contienen lejía, pueden dañar el cabello y el cuero cabelludo si se utilizan de forma incorrecta, e incluso provocar la caída del cabello.
¿Cómo funcionan los relajantes para el cabello?
Los relajantes para el cabello alisan el cabello penetrando en la cutícula y en las capas de la corteza del eje del cabello para aflojar el patrón de rizado natural. Este proceso deja el cabello débil, frágil y propenso a romperse. Incluso puede quemar la piel, causar daños permanentes en el cuero cabelludo y provocar la caída del cabello.
Los relajantes del cabello se utilizan desde principios del siglo XX y son uno de los productos de peinado más populares entre las mujeres afroamericanas. Incluso con los efectos secundarios dañinos y prevalentes, los relajantes químicos son una forma eficaz y eficiente de alisar el cabello, ofreciendo resultados rápidos que duran semanas.
Si el cabello relajado es su estilo de elección, hay algunas cosas que puede hacer para disminuir la posibilidad de pérdida de cabello y minimizar el daño a su cabello y cuero cabelludo.
Proteja su cuero cabelludo
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), los efectos secundarios de los relajantes del cabello se agravan por el uso inadecuado. Lo mejor es que un profesional con experiencia te aplique el tratamiento. Sin embargo, si decides hacerlo tú mismo, nunca debes utilizar relajantes en un cabello poco sano o en un cuero cabelludo dañado. Tampoco debes dejar el alisador durante más tiempo del recomendado y nunca dejes el alisador en tu cabello lo suficiente como para sentir un cosquilleo o ardor. Haz todo lo posible para evitar que los productos químicos entren en contacto con tu piel. Cubrir el cuero cabelludo con una base de vaselina antes de aplicar el alisador puede ayudar a proteger el cuero cabelludo de las quemaduras químicas.
No procese su cabello dos veces
Evite teñir y alisar su cabello al mismo tiempo. La combinación de la lejía en los relajantes y el peróxido en el tinte para el cabello puede causar un daño severo tanto a tu cabello como al cuero cabelludo. Si tu cabello ya está quebradizo, se rompe o se decolora, evita relajarlo por completo. Espera unos meses para dar a tus raíces la oportunidad de crecer antes de volver a relajarte.
Maneja tu pelo con cuidado
Una vez que tu pelo está relajado, requiere algo de cariño. Manéjalo con delicadeza y dale a tus hebras una hidratación extra. Hidrata regularmente tu cabello con un acondicionamiento profundo cada semana. Y limita el uso de herramientas de peinado con calor, como planchas y secadores. La aplicación de calor puede debilitar aún más el cabello tratado químicamente y provocar su rotura. También debes evitar las trenzas y coletas apretadas que tiran de la línea del cabello. De hecho, llevar continuamente peinados apretados que tiran de la línea del cabello puede causar un tipo de pérdida de cabello llamado alopecia por tracción.
Los relajantes «sin lejía» pueden seguir causando daños
Muchos consumidores creen falsamente que los relajantes sin lejía son seguros. Pero, en lugar de la lejía, estos relajantes se basan en otros potentes productos químicos, a saber, el hidróxido de calcio y el carbonato de guanidina, para romper eficazmente los enlaces químicos del tallo del cabello. Por lo tanto, los alisadores «sin lejía» deben utilizarse con tanto cuidado como los demás alisadores químicos. Se recomienda que todos los relajantes sean aplicados por un profesional capacitado.
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