Más de 2 millones de personas en la capital de Zimbabue y sus alrededores, Harare, no tienen actualmente acceso al agua potable municipal, como resultado de una sequía de años y de los altos niveles de contaminación del agua, informó Climate Home News. Con los grifos secos, los residentes dependen de los comerciantes, los pozos abiertos, los arroyos y las perforaciones para obtener agua.
Según la autoridad municipal de Harare, sólo el 50% de los 4,5 millones de habitantes de la capital y sus cuatro ciudades satélite tienen actualmente acceso al agua municipal. Dos de los cuatro embalses que abastecen de agua a la ciudad se han secado, lo que hace que se dependa del agua altamente contaminada de los dos embalses restantes. El alcalde de Harare, Herbert Gomba, declaró a Climate Home News que la ciudad sólo producía 450 millones de litros de agua al día, menos de la mitad de su demanda diaria. Los organizadores de la comunidad creen que el suministro real está más cerca de los 100 millones de litros.
Zimbabue es una de las principales ciudades del mundo que se enfrentan a la escasez de agua, en gran parte debido al cambio climático y al aumento de las sequías extremas en los últimos años. Los conductos municipales de agua de la ciudad india de Chennai, de 8 millones de habitantes, se han secado recientemente. En Zimbabue, los meteorólogos afirman que no se esperan lluvias en Harare hasta octubre como mínimo. A principios de este mes, los funcionarios dijeron a los residentes que la ciudad solo podrá suministrar agua municipal una vez a la semana.
El agua limitada que aún está disponible para el uso de la ciudad está altamente contaminada por aguas residuales crudas, basura y residuos agrícolas, mineros e industriales, dijeron los funcionarios, lo que requiere un costoso tratamiento de agua antes de que pueda enviarse a las tuberías de la ciudad.
En 2018, la Comunidad de Desarrollo de África Austral emitió una advertencia de sequía para Zimbabue. El científico del clima Brad Garanganga dijo que el departamento meteorológico de Zimbabue, que no cuenta con los fondos suficientes, no recomendó las medidas apropiadas con antelación y los responsables políticos han sido aún más lentos en responder.
Otra de las principales causas de la actual crisis es el envejecimiento de las infraestructuras de la ciudad, informó Climate Home News. El sistema de agua de Harare se diseñó para dar servicio a 350.000 personas, una doceava parte de la población actual de la capital. La última actualización del sistema fue en 1994, y algunas secciones de la infraestructura han estado en uso cuatro veces más que su vida económica prevista. El gobierno de Zimbabue obtuvo un préstamo de 144 millones de dólares del Banco de Exportación e Importación de China en 2011 para mejorar su infraestructura de agua, pero el proyecto se ha visto afectado por la corrupción y la larga crisis económica del país.
-Noah Goodman