Hace nueve años, la entonces Primera Dama Michelle Obama se reunió con la Reina Isabel II y accidentalmente cometió un error real al poner su brazo alrededor de la monarca. Tocar, y más aún abrazar, a Su Majestad se considera algo prohibido, pero la ex FLOTUS no pudo evitar mostrar algo de cariño a la soberana. En su nuevo libro Becoming, Obama habla de su error, que se convirtió en un momento de unión con la Reina.
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Resulta que el dúo estaba teniendo una conversación relatada sobre sus incómodos zapatos durante su encuentro antes de la cumbre del G-20 de 2009, según un extracto de Becoming publicado en The Telegraph.
La Reina le dijo a Obama en ese momento: «Eres muy alta». La ex primera dama respondió que sus tacones Jimmy Choo le daban unos centímetros de más. Entonces, Su Majestad «señaló con cierta frustración sus propios zapatos negros» y dijo: «Estos zapatos son desagradables, ¿no?»
Obama continúa en las memorias:
«Le confesé entonces a la Reina que me dolían los pies. Ella me confesó que los suyos también le dolían. Nos miramos entonces con idénticas expresiones, como diciendo: «¿Cuándo va a terminar por fin todo esto de estar con los líderes mundiales? Y con esto, ella soltó una carcajada totalmente encantadora».
La ex FLOTUS llega a bromear en sus memorias con que ella y la Reina eran «sólo dos damas cansadas y oprimidas por nuestros zapatos».
En cuanto al abrazo, Obama explica: «Entonces hice lo que es instintivo para mí cada vez que me siento conectada con una nueva persona, que es expresar mis sentimientos hacia fuera. Puse una mano cariñosa sobre su hombro».
En el momento, no se dio cuenta de que estaba rompiendo el protocolo real. «Si no había hecho lo correcto en el Palacio de Buckingham, al menos había hecho lo humano», dice en el libro.
A pesar del desliz, Obama espera que la Reina «estuviera bien» con el inesperado abrazo, «porque cuando la toqué, sólo se acercó más, apoyando una mano enguantada ligeramente en la parte baja de mi espalda».»