Niños fugados

Ayudar a los niños fugados & jóvenes

Un niño se escapa de casa o de la asistencia que le prestan, y a menudo es una señal de que algo va muy mal. Ofrecemos apoyo a los niños, los jóvenes y sus cuidadores para evitar que vuelva a ocurrir. La mayoría de los jóvenes con los que trabajamos están bajo tutela o al borde del sistema de tutela.

Reducir el número de jóvenes que se escapan de casa en Londres

Cuando los niños regresan de estar desaparecidos, pueden ser reacios a hablar con alguien oficial. Les preocupa que puedan meterse en problemas por haberse escapado, aunque los adultos que les rodean sólo quieren asegurarse de que están a salvo y sin daños.

Ahí es donde interviene el Servicio de Fugas de San Cristóbal. Como somos una parte neutral, los jóvenes se sienten más cómodos hablando con nosotros y compartiendo las razones por las que huyeron. Llevamos a cabo una Entrevista Independiente de Regreso a Casa para averiguar cualquier daño que hayan sufrido durante su ausencia e identificar cualquier riesgo actual para su bienestar.

Después proporcionamos apoyo independiente cara a cara y ponemos en marcha un plan de acción. Nuestro enfoque reflexivo ayuda a los jóvenes a mantenerse seguros, a reducir el riesgo de sufrir daños y a garantizar que nunca se sientan tan desesperados como para volver a escaparse.

«Hacen que me sienta seguro para decir que no. Antes aceptaba cosas porque sentía que lo necesitaba. Luego me sentí cómodo en casa y no necesité hacer esas cosas.’

¿Por qué los niños se escapan de casa, de la asistencia o de la educación?

Hay muchas razones por las que los jóvenes se escapan. A veces los jóvenes se enfrentan a problemas con sus cuidadores, o tal vez están siendo preparados por las bandas para vender drogas o están siendo explotados sexualmente. Pueden ser amenazados con violencia si no acceden a lo que los autores les piden.

Recientemente hemos trabajado con muchos jóvenes atrapados en ‘County Lines’, donde las bandas explotan a los jóvenes para vender drogas de clase A. Envían a los adolescentes a pueblos rurales para que actúen como mulas de la droga, y los amenazan a ellos y a sus familias con violencia si intentan escapar.

En general, los jóvenes no reconocen que están siendo explotados. Sienten miedo y quieren una salida, por lo que piensan que huir es su única opción. El peligro es evidente, pero no saben cómo protegerse.

Con nuestra ayuda podemos asegurarnos de que un joven y su familia reciban el apoyo adecuado para mantenerlos a salvo.

Este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de Oak Foundation.

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