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El Síndrome de Dificultad Respiratoria (SDR) es una enfermedad grave que afecta con mayor frecuencia a los bebés prematuros, aunque también pueden padecerla otros bebés. Estos bebés son incapaces de respirar correctamente sin oxígeno y otras intervenciones médicas. El síndrome puede ser mortal, pero con el tratamiento adecuado, los bebés suelen sobrevivir y prosperar. Cuando el SDR no puede prevenirse, los tratamientos médicos avanzados a menudo pueden salvar al lactante.

Además, los adultos pueden sufrir esta peligrosa afección, el Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda (SDRA), que suele afectar a pacientes con otras afecciones subyacentes. Tanto el SDR como el SDRA requieren un tratamiento inmediato y experto para evitar muertes.

Causas del SDR

Los bebés desarrollan el SDR cuando sus pulmones no producen suficiente surfactante, un líquido producido por los pulmones que mantiene las vías respiratorias, o alvéolos, abiertas, permitiendo a los bebés respirar. Cuando los pulmones tienen muy poco surfactante, los alvéolos se colapsan después de cada respiración del bebé. Los bebés tienen que esforzarse por respirar cada vez que lo hacen y pueden quedar demasiado agotados para seguir intentándolo. Además, esta falta de oxígeno puede causar acidosis, una acumulación de ácido en la sangre, que puede dañar otros órganos del cuerpo. Un bebé con SDR necesita ayuda para sobrevivir.

El feto comienza a producir surfactante alrededor de las 26 semanas, por lo que los bebés nacidos antes de las 28 semanas son especialmente susceptibles de padecer SDR.

Los adultos suelen desarrollar SDR debido a una afección subyacente como una enfermedad cardíaca, un traumatismo craneal o torácico y una sepsis. Los diminutos vasos sanguíneos de los pulmones dejan escapar líquido hacia los alvéolos, lo que dificulta enormemente la respiración.

SÍNTOMAS DEL SRA

Los bebés con SRA suelen mostrar varios síntomas, como un tono de piel azulado, respiración rápida, retracciones torácicas y aleteo de las fosas nasales. Los médicos tienen en cuenta varios factores antes de hacer este diagnóstico. Además del aspecto del bebé y de sus dificultades para respirar, examinarán las radiografías de tórax, las pruebas de gases en sangre y una ecografía del corazón antes de tomar una determinación oficial.

Los adultos con SDRA pueden experimentar una dificultad extrema para respirar, presión arterial baja, confusión, fatiga y una respiración rápida y agitada.

Tratamientos del SDR

Los médicos pueden insertar un tubo de respiración en los bebés con SDR, conectar un respirador para que respire el bebé o utilizar una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP). Estos pequeños pacientes también pueden recibir una terapia de sustitución de surfactante, que utiliza un surfactante artificial. Esta sustancia es un polvo mezclado con agua estéril que se administra al bebé a través de un tubo respiratorio. Es más eficaz cuando se inicia dentro de las seis horas siguientes al nacimiento. Los médicos también pueden administrar surfactante artificial como tratamiento preventivo a los bebés de alto riesgo. Incluso con estos tratamientos, la afección suele agravarse durante las primeras 48-72 horas tras el nacimiento antes de que empiece a mejorar.

En el caso de los adultos, el tratamiento incluye la administración de oxígeno suplementario, ya sea a través de una mascarilla o por medio de un respirador. Sus líquidos se administran cuidadosamente para evitar un estrés adicional en los pulmones y otros órganos vitales. También pueden recibir medicamentos para tratar los posibles efectos secundarios del SDRA.

Complicaciones del SDR

Algunos bebés desarrollan complicaciones graves del SDR, la mayoría de ellas relacionadas con fugas de aire de los pulmones. El aire puede filtrarse en la pared torácica y en los tejidos exteriores de los pulmones, en el saco que rodea el corazón, en el espacio que hay detrás del esternón y entre los alvéolos. En ocasiones, el paciente puede desarrollar una enfermedad pulmonar crónica.

Los adultos también pueden desarrollar una enfermedad pulmonar crónica, así como coágulos de sangre, infecciones y cicatrices pulmonares, todas ellas afecciones potencialmente mortales.

El SDR puede ser mortal para los bebés, pero los tratamientos con oxígeno y la sustitución del surfactante pueden ayudar a muchos enfermos a superar este problema y recuperarse por completo. Dado que la prematuridad es la principal causa del SDR, la mejor prevención es reducir el número de nacimientos prematuros. Sin embargo, en algunos casos, los médicos pueden administrar a las mujeres que sufren un parto prematuro o que corren el riesgo de sufrirlo una inyección de corticoesteroides para acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé.Estos sofisticados tratamientos mejoran en gran medida las probabilidades de un bebé con SDR.

El SDR suele resultar mortal para los adultos, en parte porque muchos de los que lo padecen ya tienen enfermedades o lesiones graves. Sin embargo, los tratamientos han mejorado, lo que ha permitido que más enfermos de SDRA sobrevivan.

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