La calidad de los óvulos es uno de los factores más importantes a la hora de que una mujer pueda concebir, pero es un tema en el que muchas nunca piensan hasta que ya están luchando por quedarse embarazadas. La mala calidad de los óvulos está causada por la disminución de la reserva ovárica y es una de las causas más comunes de infertilidad, especialmente en mujeres mayores de 35 años.
La calidad de los óvulos es importante porque determina la calidad del embrión. La mala calidad de los óvulos está estrechamente relacionada con las anomalías cromosómicas en los embriones, también conocidas como aneuploidía. En algunos casos, la aneuploidía puede causar defectos congénitos, pero lo más frecuente es que provoque un aborto espontáneo, a menudo en una fase tan temprana que la mujer ni siquiera sabe que está embarazada.
En la FIV, los problemas con la calidad de los óvulos pueden significar que los embriones resultantes no se implanten o que los óvulos no se fecunden en absoluto. Tanto si está intentando concebir por su cuenta como si se está preparando para embarcarse en la FIV, ¿cómo puede asegurarse de que sus óvulos estén lo más sanos posible?
Considere sus opciones de estilo de vida.
Aunque actualmente no hay formas clínicamente probadas para mejorar la calidad de los óvulos una vez que ha comenzado a disminuir, los investigadores han estado explorando cómo las opciones de estilo de vida pueden tener un impacto significativo en la salud reproductiva en general. Todavía no se han obtenido resultados concluyentes sobre qué tipo de dieta o ejercicio es mejor para la calidad de los óvulos en concreto, pero el sentido común y el autocuidado contribuirán en gran medida a garantizar que el organismo en su conjunto funcione en su máximo potencial de salud. Eres más que tus óvulos. Te mereces sentirte sana por ti misma y para estar preparada para alimentar un embarazo cuando llegue.
Cuando estés intentando concebir es una buena idea empezar a tomar decisiones «como si» ya estuvieras embarazada. Siga una dieta equilibrada y saludable con muchas proteínas, evite los alimentos con alto contenido en toxinas, elimine la nicotina, el alcohol y la cafeína, y dedique tiempo a hacer ejercicio suave con regularidad.
Que le digan «que se relaje» puede ser exasperante cuando está luchando contra la infertilidad, pero reducir el estrés siempre que pueda tiene beneficios para la salud. El estrés desencadena reacciones fisiológicas en el cuerpo que pueden provocar un entorno poco ideal para sus óvulos. No te preocupes por evitar todo el estrés: no es posible y estresarse por el estrés es un círculo vicioso. Pero dáte herramientas para enfrentarte a él cuando surja. La meditación, las técnicas de relajación y el apoyo de amigos, familiares y profesionales pueden ayudarle a superar los momentos difíciles.
Considere las terapias complementarias.
Nada sustituye a una consulta con un experto en reproducción cualificado, pero muchas mujeres descubren que las terapias y los tratamientos complementarios y alternativos aumentan su sensación de bienestar mientras intentan concebir. Los masajes, la acupuntura y la fitoterapia, así como los suplementos dietéticos, pueden ser útiles para crear un entorno óptimo para los óvulos. Sólo tiene que consultar a su médico para asegurarse de que no hay interacciones potencialmente dañinas entre las hierbas y los suplementos que está tomando y los medicamentos recetados.
No dude en acudir a una «revisión de óvulos»
Cuando una mujer nace, sus ovarios ya contienen toda una vida de óvulos. Con el paso de los años, el número de estos óvulos se reduce y la calidad de los mismos comienza a disminuir, normalmente a principios de la treintena. Este declive se acelera al final de la treintena y al principio de la cuarentena, y continúa hasta que la mujer llega al final de su edad fértil.
Es importante realizar un seguimiento temprano y regular de la calidad y cantidad de sus óvulos. Esperar hasta que ya tenga problemas puede significar perder un tiempo precioso. Acudir a una clínica de fertilidad para realizar estas pruebas es una forma relativamente barata y poco comprometida de obtener una instantánea precisa de su fertilidad en un momento dado, y puede ayudarle a tomar decisiones a medida que avanza. ¿Es un buen momento para congelar tus óvulos? ¿Cuál debería ser su calendario para la concepción? ¿Es probable que necesite tecnologías de reproducción asistida (TRA) para quedarse embarazada?
Su experto en fertilidad puede ayudarle a responder a estas preguntas con unas pruebas bastante sencillas:
- Conteo de folículos antrales (ecografía). Los folículos antrales son pequeños folículos ováricos que pueden verse (y contarse) a través de una ecografía. Contando el número de folículos antrales visibles, el médico puede predecir cuántos folículos primordiales (que son microscópicos, cada uno de los cuales contiene un óvulo inmaduro) es probable que tenga una mujer. Un mayor número de folículos significa una mayor reserva ovárica.
- Día 3 de FSH (análisis de sangre). La hormona estimulante del folículo, o FSH, es una de las hormonas más importantes en la ovulación. Es producida por la glándula pituitaria y estimula los folículos de sus ovarios para que maduren y liberen un óvulo cuando usted ovule.
La medición de los niveles de FSH al principio del ciclo menstrual permite a los médicos ver lo mucho que su cuerpo está trabajando para que se produzca la ovulación. Tu cuerpo seguirá produciendo más y más FSH hasta que ovules: si no ovulas, tu glándula pituitaria no recibirá el mensaje de detener la producción, y los niveles de FSH en tu cuerpo aumentarán. Esto significa que los niveles altos de FSH suelen indicar una reserva ovárica disminuida.
- AMH (análisis de sangre). La AMH, u hormona antimulleriana, es producida por los pequeños folículos ováricos en las primeras etapas de crecimiento, que están pasando del estado primordial microscópico a la etapa en la que tienen el potencial de producir óvulos. Las pruebas de los niveles de HAM no revelan mucho sobre la calidad de los óvulos, pero pueden indicar si una mujer todavía tiene una gran reserva de folículos en crecimiento, lo que puede significar que es probable que produzca más óvulos viables.
Mejora la calidad de tus óvulos.
Cada mujer es única, y no hay forma de predecir con certeza cuándo alguien puede empezar a experimentar una reserva ovárica disminuida. En casos raros, una mujer puede sufrir un fallo ovárico prematuro a partir de los 20 años, mientras que en el otro extremo de la escala, una mujer especialmente fértil puede no experimentar ningún declive significativo hasta los 40 años.
La única forma de saber en qué punto del espectro se encuentra usted es visitar a un endocrino reproductivo y solicitar pruebas para determinar su reserva ovárica. Dado que estas pruebas son de diagnóstico, hay muchas posibilidades de que las cubra el seguro. Comprobar la salud de sus óvulos puede darle tranquilidad y ayudarle a comprender en qué punto se encuentra su reserva ovárica y la calidad de sus óvulos cuando esté lista para quedarse embarazada.