La evolución del oso polar
De oso pardo a maravilla ártica
Las estimaciones de cuándo los osos polares comenzaron a separarse de los osos pardos siguen cambiando a medida que los genetistas aprenden más sobre el genoma del oso polar.
Los últimos descubrimientos sugieren que los osos polares evolucionaron a partir de un ancestro común del oso pardo hace entre 350.000 y 6 millones de años.
Después de empezar a ramificarse, los antepasados del oso polar pasaron por una serie de cambios evolutivos para poder sobrevivir en el Ártico.
¿Cómo se han adaptado?
A medida que pasaba el tiempo y los osos se trasladaban al Norte, se adaptaron magníficamente a una vida de caza de focas y de supervivencia al frío extremo.
De arriba abajo, sus cuerpos están perfectamente coordinados con los cambios estacionales del Ártico. Su pelaje cubre una gruesa capa de grasa, sus orejas y cola son pequeñas para limitar la pérdida de calor y sus patas les permiten pisar el hielo fino. Para saber más sobre las características de los osos polares, visite aquí. Una de las adaptaciones más notables es su capacidad para prosperar con una dieta rica en grasas sin sufrir daños en el corazón.
Interesantemente, la investigación muestra que después de que los osos pardos y los osos polares se separaran, hubo periodos en los que volvieron a entrar en contacto, en particular con los genes de los osos polares fluyendo hacia los osos pardos.