Osteoartritis

La osteoartritis es el tipo más común de artritis y afecta con mayor frecuencia a personas de mediana edad o mayores. Está causada por la descomposición del cartílago en las articulaciones y puede ocurrir en casi cualquier articulación del cuerpo. Afecta sobre todo a las caderas, las rodillas, las manos, la zona lumbar y el cuello. El cartílago es un material firme y gomoso que cubre los extremos de los huesos en las articulaciones normales. Sirve como una especie de «amortiguador», ayudando a reducir la fricción en las articulaciones.

Cuando la artrosis afecta a la columna vertebral, se conoce como espondilosis. La espondilosis es un trastorno degenerativo que puede causar la pérdida de la estructura y la función normales de la columna vertebral. Aunque la causa principal es el envejecimiento, la localización y el ritmo de degeneración varían según la persona. La espondilosis puede afectar a las regiones cervical, torácica y/o lumbar de la columna vertebral, con afectación de los discos intervertebrales y las articulaciones facetarias. Esto puede conducir a la degeneración de los discos y a la aparición de espolones óseos (también conocidos como osteofitos), que pueden pellizcar los nervios que se encuentran cerca de los discos o de los espolones.

A medida que la espondilosis empeora, el estrechamiento progresivo debido al crecimiento de los osteofitos puede causar estenosis espinal: un estrechamiento de los espacios en la columna vertebral que provoca una presión sobre la médula espinal y/o las raíces nerviosas. Cuando se produce esta compresión, puede causar un deterioro de la función y dolor. El estrechamiento puede afectar a una zona pequeña o grande de la columna vertebral. La presión en la parte superior de la médula espinal puede producir dolor o entumecimiento en los hombros y los brazos. La presión en la parte inferior de la médula espinal o en las raíces nerviosas que se ramifican desde esa zona puede producir dolor o entumecimiento en las piernas.

Cuando la espondilosis afecta a la columna lumbar, suelen estar afectadas varias vértebras. Dado que la columna lumbar soporta la mayor parte del peso del cuerpo, tanto la actividad como los períodos de inactividad pueden desencadenar síntomas. Algunos movimientos específicos, como sentarse durante periodos prolongados, levantar o agacharse, pueden aumentar el dolor.

La espondilolistesis degenerativa (deslizamiento de una vértebra sobre otra) está causada por la artrosis de las articulaciones facetarias. Lo más habitual es que la L4 se deslice sobre la vértebra L5. Afecta con mayor frecuencia a personas de 50 años o más. Los síntomas pueden incluir dolor en la parte baja de la espalda, los muslos y/o las piernas, espasmos musculares, debilidad y/o tensión en los músculos isquiotibiales.

Incidencia y prevalencia

  • La artrosis afecta a más de 54 millones de personas en Estados Unidos.
  • Para 2040, el 26% de los estadounidenses, es decir, unos 78 millones de personas, se verán afectadas.
  • El 50% de las personas de 65 años o más muestran evidencias de artrosis en al menos una articulación en los estudios radiográficos.
  • La osteoartritis es más frecuente en los hombres de 45 años o menos, pero es más frecuente en las mujeres de 50 años o más
    • Causas

      Aunque se desconoce la causa de la osteoartritis, los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad:

      • Edad
      • Heredumbre
      • Tener sobrepeso
      • Lesión articular
      • Lesión nerviosa
      • Exceso de uso repetido de articulaciones específicas
      • Falta de actividad física
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      Síntomas

      • Dolor y rigidez en el cuello o en la parte baja de la espalda
      • Dolor que se irradia al hombro o al brazo
      • Debilidad o entumecimiento en uno o ambos brazos
      • Dolor o rigidez matinal que dura unos 30 minutos debido a la inactividad
      • Dolor que empeora a lo largo del día debido a la actividad
      • Movimiento limitado

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      Cuando & Cómo buscar atención médica

      La mayoría de los pacientes acuden a su médico de atención primaria como primer punto de contacto debido al dolor causado por la artritis. El médico de cabecera podrá evaluar si se necesitan más pruebas.

      Pruebas & Diagnóstico

      Por lo general, se puede hacer un diagnóstico basado en síntomas específicos, un examen físico completo y los resultados de las radiografías. En ocasiones, se puede solicitar una resonancia magnética (RM) para determinar el alcance del daño en la columna vertebral. La resonancia magnética puede revelar daños en el cartílago, pérdida de espacio articular o espolones óseos.

      Tratamiento

      Tratamientos no quirúrgicos

      Los tratamientos no quirúrgicos son el pilar del tratamiento de la artrosis, incluida la artritis espinal conocida como espondilosis.

      • Los medicamentos antiinflamatorios, más comúnmente el ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), se utilizan para reducir la hinchazón y aliviar el dolor. La mayor parte del dolor puede tratarse con medicamentos sin receta, pero si el dolor es intenso o persistente, el médico puede recomendar medicamentos con receta.
      • Pueden recetarse inyecciones epidurales de cortisona para ayudar a reducir la hinchazón. Este tratamiento a menudo proporciona un alivio temporal del dolor, que puede durar varios meses.
      • La fisioterapia y/o los ejercicios prescritos pueden ayudar a estabilizar la columna vertebral, desarrollar resistencia y aumentar la flexibilidad. La terapia puede ayudar a retomar el estilo de vida y las actividades normales. El yoga puede ser eficaz para algunas personas a la hora de ayudar a controlar los síntomas.
      • Mantener un peso adecuado es crucial para el manejo eficaz de la osteoartritis.
        • Cirugía

          El tratamiento quirúrgico de la espondilosis es poco frecuente, a menos que la afección haya provocado una estenosis espinal grave que pueda causar un déficit neurológico, como debilidad muscular o entumecimiento. La cirugía puede recomendarse si las opciones de tratamiento conservador, como la fisioterapia y los medicamentos, no reducen o acaban con el dolor por completo, y si el dolor perjudica en gran medida las funciones diarias de la persona. Al igual que con cualquier intervención quirúrgica, se tienen en cuenta la edad del paciente, su estado de salud general y otros aspectos.

          Seguimiento

          La artritis es una enfermedad crónica, y el seguimiento lo suele realizar un médico de atención primaria para ayudar a controlar los síntomas. Si la espondilosis conlleva un déficit neurológico, entonces los pacientes suelen hacer un seguimiento en el periodo postoperatorio con su cirujano de columna, y luego vuelven a hacer un seguimiento con el médico de cabecera.

          Recursos para obtener más información

          • Centros para el Control y la Prevención de Enfermedadesd (CDC). (2019). Artritis. https://www.cdc.gov/arthritis/index.htm
          • MedlinePlus. (2016). Osteoartritis. https://medlineplus.gov/osteoarthritis.html
          • MedlinePlus. (2016). Artritis. https://medlineplus.gov/arthritis.html

          Información del autor

          Las Páginas del Paciente están escritas por profesionales de la neurocirugía, con el objetivo de proporcionar información útil al público.
          Stephen Magill, MD, PhD
          Residente de neurocirugía, Universidad de California San Francisco

          Descargo de responsabilidad
          La AANS no respalda ningún tratamiento, procedimiento, producto o médico al que se haga referencia en estas hojas informativas para pacientes. Esta información proporcionada es un servicio educativo y no pretende servir como consejo médico. Cualquier persona que busque asesoramiento o asistencia neuroquirúrgica específica debe consultar a su neurocirujano, o localizar uno en su zona a través de la herramienta en línea de la AANS «Find a Board-certified Neurosurgeon».

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