Periodismo responsable en tiempos de especulación económica

Desde que iniciamos este rincón, nuestro principal objetivo fue promover el periodismo responsable tanto a nivel local en nuestro propio periódico como a nivel global en todos los medios de comunicación. Poníamos de manifiesto los errores y proponíamos principios éticos, o prestábamos nuestro apoyo a los ya existentes. Porque, al fin y al cabo, el periodismo irresponsable siempre perjudica a alguna parte.

A veces es una sola persona la que es difamada en los medios. A veces es un grupo de personas el que se sienta en el punto de mira debido a la retórica defectuosa empleada por periodistas irresponsables. Y a veces es un país entero.

No se puede negar que Turquía está pasando por momentos preocupantes. La reciente caída de la lira frente a otras monedas ha despertado el miedo a la crisis económica en los corazones de los turcos. La crisis política entre Turquía y Estados Unidos se ha sumado a esas preocupaciones.

En una época de incertidumbre, la gente recurre aún más a los medios de comunicación para obtener sus noticias. Quieren que se les tranquilice o se les advierta de las dificultades que se avecinan. Quieren un periodismo responsable en lugar de rumores o comentarios especulativos que escuchan en sus círculos sociales.

En tiempos como estos, los periódicos deben estar más atentos, porque en una situación frágil como la rápida caída de la lira el pasado viernes, incluso un indicio de inestabilidad, incertidumbre e injusticia puede convertir una crisis económica en un colapso económico de un país. Estoy hablando de gente que corre a los bancos para sacar todos sus ahorros. Hablo de gente que acude a las tiendas para hacer acopio de productos esenciales para su supervivencia. Ya hemos visto ejemplos de ello, así que dejemos a un lado ese sombrío panorama.

En una situación como ésta, no es de extrañar que cada novedad sobre la economía atraiga una enorme cantidad de lectores. Se compartirá, se citará y se utilizará como fuente tanto a nivel local como en el extranjero. ¿Cómo deben actuar los medios de comunicación en esa situación?

Pues la respuesta es obvia. No deben informar sobre rumores. No deben utilizar la especulación como fuente de noticias creíble. No deberían mentir. Deberían utilizar sus procedimientos de comprobación de hechos. Deberían llamar a las personas relacionadas, ya sean funcionarios o expertos, y pedirles una declaración. En otras palabras, deberían hacer su trabajo correctamente.

Normalmente, un artículo de noticias de rumores puede generar un poco de revuelo, pero sería ignorado después de un tiempo, ya que las partes relacionadas niegan la historia. Al fin y al cabo, aunque las mentiras pueden recorrer medio mundo antes de que la verdad se ponga los zapatos, los hechos tienden a aflorar tarde o temprano. La fuente de noticias en cuestión pierde credibilidad y base de lectores mientras la vida sigue su curso.

Pero en este caso un artículo similar sobre economía puede crear un efecto de bola de nieve que puede resultar en el escenario descrito anteriormente.

Si crees que este artículo era simplemente para advertir sobre el futuro, estarías equivocado. Ya hubo casos en los que los artículos de noticias y rumores sobre la crisis resultaron ser falsos.

Aquí hay un ejemplo. El viernes, varios sitios web de noticias informaron de que la Agencia de Regulación y Supervisión Bancaria de Turquía (BDDK) iba a mantener conversaciones con los bancos el sábado para discutir la caída de la moneda. Estos informes dan crédito a los rumores de que Turquía podría pasar a un sistema de tipo de cambio fijo o incluso a alguna forma de control de capitales. Incluso hubo rumores de embargar cuentas. Naturalmente, todo esto generó una gran preocupación. El BDDK tuvo entonces que publicar un comunicado en su página web en el que decía que no había ninguna reunión de este tipo prevista.

Si bien esta historia no provocó el punto de inflexión de un pánico excesivo, la siguiente historia sí podría hacerlo. En un momento como éste, todos los periódicos deben ser capaces de pensar por sí mismos en lugar de los métodos habituales de copiar y pegar para informar. Un rumor falso en un solo sitio web de noticias puede causar daños. Pero cuando todas las publicaciones importantes de un país se hacen eco de él, puede convertirse en un desastre.

Utilizar fuentes para obtener información privilegiada está muy bien, pero también expone a los periodistas a la posibilidad de ser manipulados por quienes tienen interés en que la economía de Turquía se hunda. Lo mismo ocurre con la información política. Disponer de buenas fuentes es esencial para el periodismo, pero sólo cuando se modera con responsabilidad.

Veremos qué nos depara el futuro. Esperemos que evitemos pasar a los libros de historia como los que hicieron rodar la bola de nieve que se convirtió en avalancha.

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