Como fruta de referencia para la temporada de verano, la mayoría de la gente asocia la sandía con las barbacoas y los fuegos artificiales, pero muchos no llegan a 
comprender realmente los numerosos beneficios para la salud de esta fruta de gran tamaño. Además de tener un sabor delicioso en ensaladas de frutas, batidos y sorbetes, la sandía contiene un antioxidante conocido como licopeno, que ayuda a proteger contra el cáncer y las enfermedades del corazón, y refuerza la función del sistema inmunológico para evitar infecciones y enfermedades.
Compuesta en un 92 por ciento de agua, la sandía también es especialmente beneficiosa para las mujeres embarazadas, ya que ayuda a aliviar la acidez estomacal, reduce la hinchazón, previene los calambres e incluso alivia las náuseas matutinas. Según un estudio publicado recientemente en el International Journal of Gynecology and Obstetrics, el consumo diario de licopeno puede reducir la preeclampsia en un 50 por ciento. La preeclampsia es una condición del embarazo en la que la mujer desarrolla presión arterial alta, y pasa proteínas a través de la orina después de la semana 20 de embarazo.
Además de contener altas cantidades de licopeno, la sandía está cargada de potasio y magnesio, así como de vitaminas A, C y B6 – todos los cuales juegan un papel vital en el desarrollo del cerebro, la visión, el sistema nervioso y el sistema inmunológico de su bebé.
Consumir sandía para aliviar las náuseas matutinas
Muchas mujeres que padecen náuseas matutinas dicen que, a veces, la sandía es el único alimento que pueden retener por su alto contenido en agua. La sandía se puede consumir entera, o hacerla en zumo o en polos de hielo para quienes quieran un tentempié más refrescante.
Para hacer zumo de sandía, licúa unas ocho tazas de sandía sin pepitas en una batidora hasta que quede suave, y luego viértela en un colador para recoger la pulpa que quede. Deseche la pulpa y añada una cucharada de zumo de limón, lima o naranja para intensificar el sabor del zumo.
Para hacer polos de sandía, mezcle cuatro tazas de sandía sin pepitas y una cucharada de zumo de limón, y viértalos en moldes para polos o vasos de papel. Si utiliza vasos de papel, cubra cada vaso con un pequeño trozo de papel de aluminio, utilice un cuchillo para hacer hendiduras en el papel y luego inserte palos de madera para paletas en el centro de cada vaso. Congele hasta que se endurezca, y luego saque los moldes cuando esté listo para comerlos.
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