Si estás, como muchas otras personas, luchando constantemente por perder peso y fracasando, puede que no sea porque lo estés haciendo mal, sino porque te estás presionando demasiado mentalmente.
Cambiar tu cuerpo, tus hábitos alimenticios y de fitness no es fácil, y lo estamos haciendo aún más difícil sometiéndonos a la tortura de pesarnos, medirnos, contar calorías y compararnos constantemente con ese número mágico que creemos que debemos ver.
Utilizar una báscula a diario es malo, por varias razones.
En primer lugar, tu peso diario fluctúa y esto es absolutamente normal. El peso de un adulto promedio fluctúa hasta 5 o 6 libras por día. Todo se reduce a qué y cuándo comes, bebes, haces ejercicio e incluso duermes.
¡Segundo, no puedes ver resultados de pérdida de peso en un solo día!!! Ni siquiera puedes contar con verlo en una semana completa. Todo lo que no sea dos semanas no es relevante: tus resultados pueden engañarte para que pienses que lo estás haciendo muy bien o muy mal.
¡Tercero, la presión psicológica de las mediciones diarias es simplemente demasiado alta! Te levantas por la mañana, terminas lo que tienes que hacer, tu estado de ánimo es bueno, has dormido bien. Entonces te subes a la báscula y …..aaaaah. ¿Cómo diablos he engordado a pesar de que sólo he cenado una pequeña cantidad de comida?
Yo digo: ¡detente! Dejadme que os cuente mi historia de cómo mejoré mi vida abandonando la rutina de pesarse a diario.
Mi historia de pérdida de peso (éxito)
En mis veinte años y la mayor parte de mis treinta, estaba obsesionada con mi imagen corporal, siempre necesitando deshacerme de esos últimos 2 kilos. Lo contaba todo: mi consumo de calorías, la quema de calorías, los pasos diarios que daba, el tamaño de mis muslos, todo.
Me sentía miserable cada vez que no alcanzaba mis objetivos diarios. Después de un tiempo, me di cuenta de que me siento miserable la mayor parte del tiempo y que tengo que hacer algo al respecto.
Paso 1: Deshazte de la báscula
Lo primero que hice para empezar con éxito mi viaje de pérdida de peso es esconder mi báscula. Esos 20 segundos de verdad a los que me tenía que enfrentar cada mañana habían desaparecido, pero el resto de mis aspiraciones de fitness y dieta no – seguía manteniendo mis horarios.
Esto no fue algo fácil para mí. Temía constantemente que al no pesarme cada día perdería el control. Me había imaginado salir en espiral y ganar peso sin siquiera notarlo.
Por supuesto, esto no era cierto. Sin embargo, lo que hice fue seguir unas sencillas reglas que me ayudaron a superar mis miedos.
Paso 2: Establecer un objetivo de pérdida de peso a largo plazo
También aprendí a ser sensata y a no esperar milagros de la noche a la mañana. Sabía que perder peso rápidamente no era saludable y puede hacer más daño que bien a mi cuerpo.
Así que me he fijado un objetivo de pérdida de peso a largo plazo. Y no utilicé un número para esa meta, utilicé: un par de mis viejos jeans.
Sí, lo has leído bien. Tenía un par de mis vaqueros que siempre supe que me quedaban muy bien, el único problema era que ya no me cabían. Así que me puse como objetivo llevarlos 6 meses desde el inicio de mi viaje de pérdida de peso.
Algunos pensaréis que 6 meses es mucho tiempo, y lo es, pero también es el tiempo necesario para asegurarte de que no sólo pierdes peso a un ritmo saludable sino que también eres capaz de mantener el peso después de esos 6 meses.
Recuerda: los hábitos son difíciles de romper y también de hacer, pero una vez que los consigas en el camino correcto tu éxito en la pérdida de peso estará garantizado.
Paso 3: Éxito en la pérdida de peso: Reinventar tu forma física y tu dieta
Perder peso se basa en un principio sencillo: si quemas más calorías de las que ingieres, perderás peso. Si tu ingesta es mayor que lo que quemas, añadirás peso.
El principio puede ser sencillo, pero su ejecución en la vida real es difícil. Tenemos agendas muy ocupadas, estamos sometidos a un estrés constante y la comida puede ser nuestro mejor amigo de la calma.
La pregunta es: ¿qué alimentos elegirás para ser amigos? De los buenos o de los malos?
Lo mismo ocurre con el fitness: si no eres adicto a él, y si no eres de los que se auto-motivan, dejar de lado tu agenda de fitness es algo fácil. Por eso necesitas ayuda: ayuda para empezar tu régimen de fitness, encontrar la motivación adecuada y mantenerla, y ayuda y apoyo de la comunidad que está en el mismo camino que tú.
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Así que, si estás preparado para ayudarte a ser feliz y saludable, entonces dirígete a donde guardas tu báscula, enciérrala en un lugar oscuro y no la saques al menos durante un mes.
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Bojana