Artículo de un vistazo:
Varios puntos importantes sobre el alcohol y la micción frecuente incluyen:
- El consumo de alcohol provoca micción frecuente debido a los cambios químicos en los riñones y a una mayor cantidad de líquido procedente de las bebidas alcohólicas
- El consumo de alcohol puede provocar subproductos nocivos y deshidratación
- El abuso de alcohol a largo plazo puede provocar problemas renales
- La única forma de eliminar todo el riesgo de daños renales relacionados con el alcohol es dejar de beber.daños renales relacionados con el alcohol es dejar de beber alcohol
- Beber agua mientras se bebe alcohol ayuda a mantener el cuerpo hidratado y reduce el riesgo de daños renales a largo plazo
- Buscar ayuda médica inmediata para los síntomas de abstinencia del alcohol
- Cambios químicos en los riñones
- El aumento de la cantidad de líquido en el cuerpo por las bebidas alcohólicas
- Fuentes
Colostate.edu. «Hormona antidiurética». Publicado en 2018. Consultado el 3 de abril de 2019.
Kidney.com. «El alcohol y tus riñones». 2019. Consultado el 3 de abril de 2019.
Epstein, Murray. «El impacto del alcohol en la función renal». 1997. Consultado el 3 de abril de 2019.
Tabla de contenidos
El alcohol y la micción frecuente
Beber alcohol provoca un aumento de la micción, mayores cantidades de orina en el cuerpo de lo normal y viajes más frecuentes al baño. Incluso un solo trago puede crear más orina de la que cabría esperar con un trago de agua del mismo tamaño.
Una combinación de dos factores provoca el aumento de la frecuencia urinaria que se produce con el consumo de alcohol:
Los problemas de micción frecuente que provoca el alcohol se deben principalmente a los cambios químicos que se producen cuando se bebe alcohol. El alcohol suprime áreas del cerebro que liberan una sustancia química llamada vasopresina. En condiciones normales, esta sustancia química hace que los riñones reabsorban parte del líquido que se filtra a través de los riñones.
Este efecto ayuda a regular la cantidad de orina producida. Cuando la cantidad de vasopresina en el organismo disminuye, el cuerpo no reabsorbe tanto líquido de los riñones, haciendo que éstos aumenten la cantidad de orina producida.
Además de los efectos del alcohol sobre la vasopresina, el volumen de alcohol también contribuye a la cantidad de orina producida. Mientras que los efectos de la vasopresina en los riñones tienen el mayor efecto en la producción de orina, la cantidad de alcohol consumido también aumenta la producción de orina, ya que el cuerpo debe deshacerse de ese líquido extra. Esencialmente, cuanto más beba una persona, más frecuentemente tendrá que orinar.
Efectos urinarios a largo plazo del alcohol
Aunque el alcohol puede causar un aumento a corto plazo de la cantidad de orina producida, también puede provocar daños renales a largo plazo que pueden alterar de forma permanente la cantidad de orina que el cuerpo produce y pueden reducir la capacidad del cuerpo para filtrar sustancias nocivas.
El daño renal por el consumo de alcohol se produce de dos formas diferentes y es más común con el consumo de alcohol a largo plazo.
Subproductos no saludables del consumo de alcohol
El alcohol produce subproductos no saludables a medida que se consume dentro del cuerpo. Como los subproductos nocivos pasan por los riñones de forma regular, los riñones deben filtrar estos subproductos, además de mantener sus funciones normales de filtrado.
El aumento de la tensión en los riñones puede dañarlos, hasta el punto de que son incapaces de filtrar los productos de desecho normales del cuerpo. Este daño puede provocar un aumento de la micción y puede hacer que los productos de desecho normales se acumulen en el cuerpo.
Deshidratación
Como el alcohol provoca un aumento de la micción a corto plazo, deshidrata el cuerpo. Los cambios en el cerebro y la disminución de los niveles de vasopresina deshidratan artificialmente el cuerpo, eliminando más líquido del que normalmente debería eliminarse. Para funcionar con normalidad, los riñones deben tener una cierta cantidad de líquido pasando a través de ellos constantemente.
Cuando el cuerpo se deshidrata con el consumo de alcohol, la cantidad de líquido que pasa por los riñones disminuye. Cuando los efectos de la deshidratación se unen a la mayor demanda de filtrado de los riñones, pueden producirse daños renales. Aunque es poco probable que se produzcan daños renales después de una sola noche de consumo de alcohol, el uso de alcohol a largo plazo probablemente conducirá a problemas renales irreversibles.
Evitar los daños renales a largo plazo causados por el alcohol
El riesgo de daños renales a largo plazo que puede causar el alcohol puede reducirse bebiendo frecuentemente agua mientras se consume alcohol. Algunos científicos médicos recomiendan que, sea cual sea la cantidad de alcohol que se consuma, una persona debe beber el doble de esa cantidad en agua. Beber esta cantidad de agua ayuda a disminuir el estrés de la deshidratación en los riñones y a diluir los subproductos nocivos que éstos producen.
Aunque mantenerse hidratado puede reducir el riesgo de daño renal a largo plazo, el hecho es que el consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de daño renal y de cambios urinarios a largo plazo. La única forma de eliminar realmente el riesgo de un mayor daño renal causado por el alcohol es dejar de consumirlo.
Disminuir el consumo de alcohol reducirá el esfuerzo de los riñones y ayudará a evitar el daño a largo plazo que puede producirse. Sin embargo, dejar de consumir alcohol puede causar síntomas de abstinencia, y si estos ocurren, busque atención médica inmediata ya que la abstinencia de alcohol puede ser mortal.
Si usted o un ser querido están luchando para dejar de consumir alcohol o están experimentando síntomas de abstinencia al intentar dejar el consumo de alcohol, The Recovery Village está aquí para usted. Nuestros profesionales comprensivos y atentos tienen la experiencia y los recursos para ayudar a que la recuperación sea posible.
Descargo de responsabilidad médica: La Aldea de la Recuperación tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas que luchan con un trastorno de uso de sustancias o de salud mental con contenido basado en hechos sobre la naturaleza de las condiciones de salud conductual, las opciones de tratamiento y sus resultados relacionados. Publicamos material investigado, citado, editado y revisado por profesionales médicos autorizados. La información que proporcionamos no pretende sustituir el asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. No debe utilizarse en lugar del consejo de su médico u otro proveedor de atención sanitaria cualificado.
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