PROMETIO

Descubrimiento y denominación

A finales de la década de 1860, el químico ruso Dimitri Mendeleev (1834-1907) descubrió la ley periódica. La ley periódica proporciona una forma de organizar los elementos químicos para mostrar cómo están relacionados entre sí. Se suele representar mediante una tabla con 18 columnas y 7 filas. Cada elemento químico pertenece a una de las casillas de la tabla periódica.

Hacia el año 1900, la mayoría de los elementos químicos habían sido descubiertos, pero quedaban algunas casillas vacías en la tabla periódica. Los químicos se preguntaban por qué esas casillas seguían vacías. En 1902, el químico checo Bohuslav Brauner predijo que debía haber un elemento entre el neodimio (número 60) y el samario (número 62). Los químicos comenzaron a buscar el elemento basándose en las características de los elementos que lo rodeaban.

En 1924, los químicos italianos Luigi Rolla y Rita Brunetti afirmaron haber encontrado el elemento 61. Sugirieron el nombre de florentium por su ciudad natal, Florencia. Aproximadamente al mismo tiempo, científicos de la Universidad de Illinois también anunciaron el descubrimiento del elemento 61. Propusieron el nombre de illinium para Illinois.

Poco a poco, los científicos comenzaron a creer que el elemento 61 era radiactivo. Un elemento radiactivo es aquel que se rompe y emite alguna forma de radiación. Una forma de fabricar elementos radiactivos es disparar partículas muy pequeñas a los átomos. Las partículas se adhieren a los átomos y los hacen radiactivos. A finales de la década de 1930, los científicos de la Universidad Estatal de Ohio pensaron que habían encontrado el elemento 61. Sugirieron el nombre de ciclonio, por el tipo de acelerador de partículas que utilizaban para fabricar el elemento, un ciclotrón.

Ninguno de los «descubrimientos» -de Italia, Illinois u Ohio- pudo ser confirmado por otros científicos. Durante muchos años se produjo un gran debate sobre si el elemento 61 se había encontrado realmente o no. Finalmente, el problema se resolvió. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45), los científicos del Laboratorio de Oak Ridge, en Oak Ridge (Tennessee), estudiaban los materiales que se forman durante la fisión atómica. La fisión atómica es el proceso en el que grandes átomos se rompen, liberando grandes cantidades de energía y átomos más pequeños. Los átomos más pequeños se denominan productos de fisión.

Los científicos de Oak Ridge demostraron que el elemento 61 estaba presente en los productos de fisión del uranio. Lo llamaron prometio, en honor al dios griego Prometeo. Según la leyenda, Prometeo robó el fuego a los dioses y lo trajo a la Tierra para uso humano.

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