El eczema, también llamado dermatitis atópica, es una afección alérgica de la piel que produce zonas rojas, engrosadas y con picor en varias partes del cuerpo. Suele aparecer y desaparecer, y a menudo se presenta junto con otras afecciones alérgicas, como el asma. En raras ocasiones, el eczema puede aparecer en los pezones de las madres lactantes. Si eso es lo que ha ocurrido en tu caso, asegúrate de consultar a un dermatólogo que pueda confirmar el diagnóstico. Con el tratamiento adecuado, deberías poder seguir amamantando a tu bebé.
La doctora Tieraona Low Dog, experta reconocida internacionalmente en los campos de la medicina integrativa, los suplementos dietéticos y la salud de la mujer, señala que la lactancia y el eczema se han estudiado en los bebés mucho más que en las madres, y que la lactancia puede ayudar a proteger a tu bebé del desarrollo de eczemas y otras alergias. Una declaración política de la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicada en enero de 2008 recomienda la lactancia materna durante al menos cuatro meses para proteger a los niños de alto riesgo contra el eczema y la alergia a la leche durante los dos primeros años de vida. La AAP definió como «alto riesgo» a los bebés con antecedentes familiares de eczema, asma o alergias alimentarias.
La Dra. Low Dog también sugiere que tome un probiótico y uno o dos gramos de aceite de pescado al día. Ambos son seguros para el bebé y pueden ayudar a controlar su eczema.
Recomiendo además la visualización y la hipnoterapia, ambas pueden tener un impacto positivo significativo en las condiciones de la piel relacionadas con la alergia, como el eczema. Y trate de relajarse: el estrés puede empeorar la afección. Explore técnicas de relajación como los ejercicios de respiración y el yoga.
En general, mis recomendaciones para tratar el eczema incluyen lo siguiente:
- Elimine la leche de vaca y todos los productos lácteos de vaca de su dieta, así como los productos que contienen aceites vegetales parcialmente hidrogenados (a menudo encontrados en aperitivos y productos de panadería) y ácidos grasos trans (margarina, manteca vegetal).
- Toma 500 miligramos de aceite de grosella negra dos veces al día (la mitad de esa dosis para niños menores de 12 años). Contiene ácido gamma linolénico (GLA), un ácido graso esencial que favorece el crecimiento saludable de la piel, el cabello y las uñas. Deberías empezar a notar cambios positivos en seis u ocho semanas.
- Aplica gel de aloe vera (de una planta fresca o compra lociones o cremas hidratantes que contengan aloe) o crema de caléndula en las zonas afectadas.
- Experimente con lociones y bálsamos que contengan chaparral (Larrea divaricata), una planta del desierto que se utiliza de forma tópica en la medicina popular mexicana para las afecciones de la piel.
- Báñese o dúchese durante el menor tiempo posible y utilice un jabón hidratante sin perfume. Aplique una crema hidratante espesa inmediatamente después de secarse con palmaditas; no se frote la piel cuando se seque el cuerpo con una toalla.
Andrew Weil, M.D.
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