Qué es la artrosis de hombro (artritis glenohumeral)?

El dolor y la rigidez causados por la artrosis de hombro pueden afectar al movimiento del brazo. Puede ser doloroso y difícil golpear una pelota de golf, levantar un plato del armario de la cocina o incluso cepillarse los dientes. Incluso la artrosis de hombro moderada puede causar un dolor sordo crónico o brotes intermitentes de dolor intenso que interrumpen el sueño.

La artrosis de hombro implica cambios degenerativos en el cartílago y otras estructuras de la articulación glenohumeral. Ver: Vídeo sobre la artrosis de hombro

La artrosis de hombro puede denominarse artrosis glenohumeral o simplemente artritis de hombro. La osteoartritis es la forma más común de artritis que afecta al hombro. Las formas inflamatorias de artritis -como la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune, y la gota, una enfermedad metabólica- tienen síntomas similares pero son menos comunes.

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Anatomía de la articulación del hombro (glenohumeral) y osteoartritis

Para entender bien la artritis del hombro, ayuda conocer algo de anatomía del hombro. El hombro está compuesto por tres huesos:

  • húmero (parte superior del brazo)
  • escápula (omóplato)
  • clavícula (clavícula)
  • Ver Anatomía del hombro

    El hombro tiene 4 articulaciones -lugares donde se unen las superficies de 2 huesos- pero sólo 2 de estas articulaciones son propensas a la artritis y a las lesiones:

    • La articulación glenohumeral es el lugar donde la cabeza redondeada del húmero encaja en una cavidad poco profunda de la escápula, llamada glenoidea. Esta construcción de rótula permite la amplia gama de movimientos del hombro, incluido el movimiento circular.
    • La articulación acromioclavicular se encuentra donde la clavícula se desliza a lo largo del acromion, que está en el punto más alto de la escápula. La articulación acromioclavicular es más susceptible a la artrosis que la articulación glenohumeral.

      Ver ¿Qué es la artritis acromioclavicular (artritis de la articulación AC)?

        La artrosis de la articulación glenohumeral se conoce comúnmente como «artritis del hombro» y es el tema central de este artículo. Los términos «hombro» y «articulación glenohumeral» se utilizarán indistintamente.

        Vea la estructura de la articulación del hombro

        Cómo causa dolor la artrosis de hombro

        La articulación glenohumeral puede sufrir muchos cambios durante el proceso de artrosis. Estos cambios incluyen:

        Cartílago dañado
        El cartílago articular, fuerte y resbaladizo, recubre la superficie de la cabeza del húmero y la glenoides en las zonas donde se unen. El cartílago ayuda a que los huesos se deslicen entre sí y actúa como un amortiguador para proteger los huesos del impacto entre ellos. El cartílago articular es naturalmente más fino en la articulación del hombro que en las articulaciones que soportan peso, como las rodillas y las caderas.

        En la artrosis, el cartílago se lesiona, se desgasta o se degrada de alguna manera. La pérdida de cartílago puede afectar a la biomecánica del hombro. El húmero y la glenoides pueden rozar y moler el uno contra el otro. La fricción hueso con hueso puede causar dolor en el hombro.

        Espolones óseos y otros crecimientos óseos excesivos
        Para compensar el deterioro del cartílago, el húmero y la glenoides pueden producir un exceso de células. Las células pueden formar pequeños crecimientos festoneados, llamados osteofitos o espolones óseos. En la cabeza del húmero, los espolones óseos pueden formar una «barba de cabra» que aparece en la parte inferior de su superficie normalmente redonda.Estos cambios óseos pueden dar lugar a una mayor fricción hueso-hueso. La amplitud de movimiento del hombro también puede verse afectada.

        Las lesiones óseas
        El hueso que se encuentra debajo del cartílago dañado puede desarrollar lesiones benignas (no cancerosas). Estas lesiones representan zonas en las que el tejido óseo sano ha sido sustituido por tejido anormal. Las lesiones óseas se asocian con el dolor de la artrosis.1 No son necesariamente permanentes.

        Inflamación
        Una delicada membrana que rodea la articulación del hombro, llamada sinovia, puede inflamarse durante la artrosis.

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        La membrana sinovial produce y contiene líquido articular, que suministra nutrientes a la articulación. Una membrana sinovial inflamada se vuelve más gruesa, y la cantidad y composición del líquido articular que produce puede cambiar. Esta afección potencialmente dolorosa1 se denomina sinovitis.

        Vea ¿Cómo funcionan las articulaciones sinoviales?

        Cambios en otros tejidos blandos
        Cuando la artrosis afecta a la mecánica del hombro, los tejidos blandos circundantes también pueden verse afectados. Los tendones, ligamentos y bursas pueden sufrir un exceso de tensión y fricción. La inflamación o lesión de estos tejidos puede ser un doloroso efecto secundario de la artrosis de hombro.

        Por ejemplo, a medida que el cartílago de la articulación glenohumeral se deteriora, el espacio articular entre los huesos se encoge, lo que puede suponer una tensión en los tendones cercanos y causar tendinitis.

        Ver ¿Qué es el cartílago?

        Reconocer los síntomas de la artritis de hombro puede ayudar a realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Como regla general, si la artritis de hombro se diagnostica y se trata en una fase temprana del proceso de la enfermedad, el paciente experimentará menos dolor y menos complicaciones a largo plazo.

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