El término doble articulación es un término equivocado. El nombre implica que una persona tiene el doble de articulaciones de lo normal y, por lo tanto, sus articulaciones permiten un mayor movimiento fuera del rango normal de movimiento para esa articulación. En realidad, este término se refiere a que una persona tiene una mayor movilidad o flexibilidad de su articulación real y puede mover su articulación más allá de su rango final normal sin experimentar dolor y molestias. Las articulaciones hipermóviles suelen ser hereditarias. Se da en un 10-25% de la población general.
La mayoría de las personas no experimentan ningún síntoma y no necesitan ninguna intervención, pero un pequeño porcentaje de pacientes tendrá un síndrome de hipermovilidad en el que sus articulaciones inestables pueden provocar otras afecciones. Algunos pueden sufrir frecuentes esguinces o tendinitis de sus articulaciones y se puede recomendar la modificación de la actividad y la fisioterapia para fortalecer y estabilizar sus articulaciones. En algunos casos raros, estos problemas articulares pueden estar relacionados con una afección médica subyacente más grave. En mi consulta, a menudo veo pacientes que sufren subluxaciones o dislocaciones, especialmente de la rótula o de la articulación del hombro, debido a la hipermovilidad. Una subluxación es cuando los huesos de una articulación se mueven parcialmente fuera de su sitio y luego vuelven a colocarse por sí solos (lo que se conoce como una dislocación parcial) frente a una dislocación real en la que los huesos se mueven completamente fuera de la articulación y permanecen fuera hasta que se recolocan. Estas lesiones pueden producirse por un traumatismo directo en la articulación, como en el caso de los deportes o de una caída.
En mi consulta veo habitualmente otro subgrupo de pacientes que tienen una anatomía articular anormal en la que los extremos de los huesos de la articulación tienen una forma anormal. Estos pacientes no sólo pueden tener laxitud en sus articulaciones, sino que también tienen una anatomía que les predispone a las lesiones. Estos pacientes pueden experimentar una subluxación o dislocación incluso sin traumatismo, como por ejemplo, por una torsión o movimiento brusco de su articulación. Estos pacientes requieren una evaluación exhaustiva para determinar cuál es el mejor tratamiento para ellos. Puede ir desde la medicación para el dolor y la fisioterapia hasta las cirugías para estabilizar la articulación y prevenir una nueva lesión. Tener articulaciones hipermóviles no es un problema para la mayoría de las personas, pero si se producen dolores y lesiones frecuentes es importante acudir a un ortopedista que trate regularmente estos temas.