Antes de empezar a hablar de lo que es el queso de cabeza, aclara tu mente. Sea lo que sea que estés pensando que es, te prometemos que no es eso. Sin embargo, si te guías por el nombre real, es más revelador de lo que crees. Al fin y al cabo el queso de cabeza se hace con cabezas reales.
Relájate, sólo nos referimos a las cabezas de los cerdos. Aunque en realidad no hay queso en la elaboración del queso de cabeza, este pan de cabeza se parece mucho a lo que es el paté sin la gelatina.
Se empieza a hervir una cabeza de cerdo completa (con lengua y todo) en una olla llena de condimentos, hierbas y verduras durante hasta seis horas. Cuando la lengua esté tierna, se cuela la cabeza, se desprende la carne y se trocea y embute en tripas de salchicha. No se necesita gelatina, ya que los huesos de cerdo se convierten en colágeno que aglutina la carne una vez enfriada.
El queso de cabeza se prepara de forma diferente en todo el mundo. Los alemanes incluyen pepinillos, vinagre y, ocasionalmente, lengua de vaca para darle más sabor. En el sur de Luisiana, los que preparan el queso de cabeza (también conocido como sous) añaden salsa picante y vinagre para darle sabor. Incluso los holandeses de Pensilvania tienen su propio toque, añadiendo otras partes de animales como lengua de vaca y patas de cerdo para variar.
Una vez terminado, el queso de cabeza tiene un aspecto no menos apetitoso (ni menos extraño) que la mortadela, la morcilla, el salami o el paté
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