Algunas personas creen que un problema con el niño conduce a la falta de apego, y se centran en tratar de cambiar al niño. Sin embargo, este trastorno se desarrolla como una respuesta, y la curación es posible a través de un cambio en la crianza. En algunos casos, un trastorno de salud mental o un trastorno por consumo de sustancias en el progenitor impide que el niño se apegue y es necesario abordarlo.
Los síntomas del RAD pueden desaparecer o hacerse menos prominentes si el entorno del niño se vuelve más afectuoso y comprensivo. Trabajar con un profesional de la salud mental podría identificar las fuentes del problema y proporcionar un tratamiento específico.
Algunos tratamientos pueden necesitar centrarse en cada parte individualmente. Además, para mejorar el vínculo entre el niño y el padre, el tratamiento debería incluir a ambas partes con el objetivo de desarrollar una relación y un entorno más nutritivo y consistente.
El tratamiento puede centrarse en áreas como:
- Terapia para los trastornos de salud mental o de uso de sustancias del padre
- Educación sobre métodos de crianza
- Orientación para proporcionar un entorno reconfortante, entorno de apoyo para el niño
- Terapia basada en el apego para fortalecer la relación entre padres e hijos
Es importante que los padres busquen un profesional de la salud mental cualificado en lugar de recurrir a la «terapia del apego» que utiliza la contención, la privación u otras formas de incomodidad para intentar cambiar las reacciones del niño. Estos métodos no están probados y podrían ser perjudiciales para el niño.
El trastorno de apego reactivo se presenta en un pequeño número de bebés y niños pequeños cuando no forman vínculos normales con los adultos que los cuidan. El apego puede mejorar creando un entorno más afectuoso y estable. Además, los profesionales del tratamiento pueden apoyar a los padres y al niño, así como ayudar con los problemas duraderos creados por el trastorno reactivo del apego en los adultos.
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