¿Qué hace que una relación sea saludable?

Tu relación debe contribuir a una sensación de plenitud, felicidad y conexión. Si tiendes a sentirte más ansioso, angustiado o infeliz cerca de tu pareja, es posible que tu relación tenga problemas.

Los signos de relaciones poco saludables pueden variar mucho, por lo que esta lista no es exhaustiva. Pero puede ayudar a señalar algunos posibles problemas.

Uno de vosotros intenta controlar o cambiar al otro

«Nunca tenemos el control para cambiar a otra persona», dice Antin.

Si te preocupa un comportamiento concreto, debes sentirte lo suficientemente cómodo como para plantearlo. Está bien expresar tus sentimientos y pedirles que consideren hacer cambios. Pero no está bien decirles lo que tienen que hacer o intentar controlar su comportamiento.

Si hacen algo que realmente te molesta y no puedes aceptarlo, la relación puede no tener potencial a largo plazo.

Tu pareja no respeta tus límites

Los límites pueden entrar en juego en toda la relación, desde la comunicación respetuosa hasta las necesidades de privacidad. Si estableces un límite y te empujan contra él o te presionan para que lo cambies, eso es una seria bandera roja.

Tal vez hayas dicho: «Necesito espacio personal cuando llego a casa del trabajo. Estoy feliz de verte, pero necesito desestresarme antes de cualquier afecto físico».

Pero siguen acercándose a ti justo cuando llegas a casa, intentando besarte y arrastrarte al dormitorio. Cuando dices que no, se disculpan y dicen que «no pueden evitarlo»

Puede que te lo tomes como una señal de afecto y sigas repitiendo el límite, esperando que lo entiendan finalmente. Pero su comportamiento muestra una falta de respeto por tus necesidades.

No pasan mucho tiempo juntos

Las relaciones suelen desarrollarse cuando las personas disfrutan de la compañía del otro y quieren pasar más tiempo juntos. Los acontecimientos de la vida a veces pueden interponerse en su tiempo juntos, pero estos cambios suelen ser temporales.

Su relación podría estar pasando por dificultades si se ven constantemente menos el uno al otro sin una razón clara, como dificultades familiares o más responsabilidades en el trabajo.

Otras señales de advertencia incluyen sentirse distantes el uno con el otro o aliviados cuando no estáis juntos. Puede que incluso tratéis de buscar excusas para evitar pasar tiempo juntos.

La relación se siente desigual

Las relaciones sanas tienden a ser bastante equilibradas. Puede que compartáis las finanzas a partes iguales, o que compenséis un ingreso menor haciendo más recados.

Pero la igualdad en las relaciones también puede referirse a cosas intangibles, como el afecto, la comunicación y las expectativas de la relación.

Los períodos de desigualdad pueden ocurrir de vez en cuando. Uno de los dos puede perder temporalmente sus ingresos, tener dificultades para ayudar en las tareas debido a una enfermedad, o sentirse menos afectuoso debido al estrés o a otra agitación emocional.

Pero si su relación se siente regularmente desequilibrada de alguna manera, esto puede volverse problemático.

Dicen cosas negativas o hirientes sobre ti o los demás

No hay nada malo en mostrar preocupación cuando tu pareja hace algo que te preocupa. Pero en una relación sana, los miembros de la pareja generalmente se encargan de expresar sus sentimientos de manera útil y productiva.

No es saludable criticar constantemente al otro o decir cosas intencionadamente hirientes, especialmente sobre las elecciones personales, como la comida, la ropa o los programas de televisión favoritos. Las críticas que te hacen sentir vergüenza o mal por ti mismo son generalmente improductivas.

También fíjate en cómo hablan de los demás. Su relación con el otro podría parecer perfectamente sana, pero si utilizan expresiones de odio, insultos o hacen comentarios discriminatorios sobre los demás, considera lo que este comportamiento dice de ellos como persona.

No te sientes escuchada en la relación

Quizás no te sientas escuchada porque parecen desinteresados cuando planteas un problema o compartes algo que te ronda la cabeza. O puede que te cueste compartir tu opinión o hablar de temas serios porque te preocupa que te desestimen.

Los problemas de comunicación pueden ocurrir, por supuesto. Pero si hablas de un tema y parecen receptivos pero no hacen ningún cambio o parecen haber olvidado por completo lo que hablasteis al día siguiente, eso también es una señal de alarma.

Tienes miedo de expresar tu desacuerdo

Las parejas siempre deben sentirse seguras de tener sus propias opiniones, incluso cuando esto significa que no están de acuerdo. Si tu pareja responde a tu punto de vista (diferente) con desprecio, desdén u otra grosería, esto suele sugerir que no te respeta a ti ni a tus ideas.

Si te encuentras censurando todo lo que dices porque te preocupa su reacción, o sientes que estás «caminando sobre cáscaras de huevo» cada día, como dice Antin, puede ser el momento de buscar ayuda profesional.

Si temes el abuso físico o verbal, habla con un terapeuta tan pronto como puedas. No dudes en acudir también a tus amigos y familiares para que te den apoyo adicional.

No te sientes feliz o cómodo cerca de tu pareja

Para muchas personas, los objetivos clave de la relación incluyen una mayor felicidad y satisfacción vital. Si te sientes incómodo o infeliz todo el tiempo, es posible que la relación no esté satisfaciendo tus necesidades.

Esto puede ocurrir incluso cuando ambos se esfuerzan en la relación. Las personas cambian con el tiempo, por lo que sentirse insatisfecho y atrapado no significa necesariamente que ninguno de los dos haya hecho nada «malo». Puede que simplemente os hayáis convertido en personas diferentes que ya no encajan bien juntas.

Los desacuerdos o las discusiones no van a ninguna parte

La resolución sana de conflictos suele llevar a soluciones o a un compromiso. Mantener una relación es un proceso continuo, por lo que es posible que no se resuelva todo de inmediato. Pero normalmente te sientes bien con tus conversaciones después. Sueles ver algún progreso.

En general, no es una buena señal cuando te encuentras hablando en círculos o sobre los mismos temas todo el tiempo. Tal vez nunca haya ninguna mejora, por mucho que discutáis algo. Tal vez al final te dejen de lado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *