¿Qué'hay que saber sobre el líquido amniótico?

Algunas afecciones pueden hacer que haya más o menos cantidad de líquido amniótico de lo normal.

El oligohidramnios es cuando hay muy poco líquido amniótico.

El polihidramnios, también denominado hidramnios o trastorno del líquido amniótico, es cuando hay demasiado líquido.

Oligohidramnios

Los niveles bajos de líquido amniótico, denominados oligohidramnios, se producen en el 4 por ciento de todos los embarazos y en el 12 por ciento de los embarazos posteriores a la fecha.

El oligohidramnios está presente cuando el índice de líquido amniótico (ILA) visto en la ecografía mide menos de 5 cm (un índice normal es de 5 a 25 cm) y la bolsa vertical máxima (PVM) es inferior a 2 cm.

Esto puede ser evidente en los casos de fuga de líquido por un desgarro de las membranas amnióticas, por medir poco para una determinada etapa del embarazo o si el feto no se mueve tanto como cabría esperar.

También puede ocurrir en madres con antecedentes de alguna de las siguientes condiciones médicas:

  • embarazos anteriores con restricción del crecimiento
  • tensión arterial alta crónica (hipertensión)
  • problemas con la placenta, por ejemplo, desprendimiento
  • preeclampsia
  • diabetes
  • lupus
  • embarazos múltiples, por ejemplo gemelos o trillizos
  • defectos de nacimiento, como anomalías renales
  • Dar a luz después de la fecha prevista
  • Otras razones desconocidas, conocidas como idiopáticas
    • El oligohidramnios puede ocurrir durante cualquier trimestre, pero es un problema más preocupante durante los primeros 6 meses de embarazo. Durante ese tiempo, existe un mayor riesgo de defectos de nacimiento, pérdida del embarazo, parto prematuro o pérdida de la vida neonatal.

      Si los niveles de líquido son bajos en el último trimestre, los riesgos incluyen:

      • un crecimiento fetal lento
      • complicaciones en el parto
      • la necesidad de un parto por cesárea
        • El resto del embarazo se vigilará estrechamente para asegurarse de que se produce un desarrollo normal.

          Los médicos pueden utilizar las siguientes pruebas:

          • Pruebas de no estrés: Se trata de comprobar los latidos del bebé cuando está en reposo y cuando se mueve.
          • Perfiles biofísicos: Una ecografía puede detectar los movimientos del bebé, el tono muscular, la respiración y los niveles de líquido amniótico. Esto puede ir seguido de una prueba no estresante.
          • Conteo de patadas fetales: Se trata de cronometrar el tiempo que tarda el bebé en dar un determinado número de patadas.
          • Estudios Doppler: Utilizan ondas sonoras para comprobar el flujo de sangre en el bebé.
          • En algunos casos, los médicos pueden decidir que será necesario inducir el parto, para proteger a la madre o al niño. También puede ser necesaria la amnioinfusión (la infusión de suero salino en el útero), el aumento de los líquidos maternos y el reposo en cama.

            Hay una mayor probabilidad de complicaciones en el parto, debido al riesgo de compresión del cordón umbilical. Puede ser necesaria una amnioinfusión durante el parto. En algunos casos, puede ser necesario un parto por cesárea.

            Polihidramnios

            Cuando hay demasiado líquido amniótico, se denomina polihidramnios. Según la Asociación Americana del Embarazo, se produce en el 1 por ciento de todos los embarazos.

            El polihidramnios se presenta cuando el AFI mide más de 24 centímetros (cm) y el MVP mide más de 8 cm.

            Los trastornos fetales que pueden provocar polihidramnios incluyen:

            • Trastornos gastrointestinales, como atresia duodenal o esofágica, gastrosquisis y hernia diafragmática
            • Trastornos del cerebro o del sistema nervioso, como anencefalia o distrofia miotónica
            • Acondroplasia, un trastorno del crecimiento óseo
            • problemas del ritmo cardíaco del feto
            • infección
            • síndrome de Beckwith-Wiedemann, que es un trastorno congénito del crecimiento
            • anomalías pulmonares del feto
            • hidropsia fetal en el que se acumula un nivel anormal de agua dentro de múltiples zonas del cuerpo del feto
            • síndrome de transfusión entre gemelos, en el que un niño recibe más flujo sanguíneo que el otro
            • sangre no compatible entre la madre y el niño, por ejemplo, incompatibilidad Rh o enfermedades de Kell
            • La diabetes materna mal controlada también aumenta el riesgo.

              También se puede producir demasiado líquido durante los embarazos múltiples, cuando la madre lleva más de un feto.

              Los síntomas maternos pueden incluir dolor abdominal y dificultad para respirar debido al agrandamiento del útero.

              Otras complicaciones incluyen:

              • parto prematuro
              • rotura prematura de membranas
              • desprendimiento de la placenta
              • parto muerto
              • hemorragia posparto
              • malposición fetal
              • prolapso de cordón
                • Se puede recomendar la realización de pruebas de diabetes materna, y se obtendrán ecografías frecuentes para controlar los niveles de líquido amniótico en el útero.

                  Los casos leves de polihidramnios suelen resolverse sin tratamiento.

                  En los casos más graves, puede ser necesario reducir el líquido con amniocentesis o con un medicamento llamado indometacina. Esto reduce la cantidad de orina que produce el bebé.

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