Las Bahamas y Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas en 1973. Históricamente, han mantenido estrechas relaciones económicas y comerciales. Los países comparten lazos étnicos y culturales, especialmente en materia de educación, y en Bahamas residen aproximadamente 30.000 estadounidenses. Además, hay unas 110 empresas relacionadas con Estados Unidos en Bahamas y, en 2005, el 87% de los 5 millones de turistas que visitaron Bahamas eran estadounidenses.
Como vecino, Bahamas y su estabilidad política son importantes para Estados Unidos. Estados Unidos y el Gobierno de Bahamas han colaborado en la reducción de la delincuencia y en la resolución de problemas de migración. Con la isla más cercana a tan sólo 45 millas de la costa de Florida, Bahamas suele ser utilizada como puerta de entrada de drogas y extranjeros ilegales con destino a Estados Unidos. Estados Unidos y Bahamas cooperan para hacer frente a estas amenazas. La ayuda y los recursos estadounidenses han sido esenciales para los esfuerzos de Bahamas por mitigar el persistente flujo de narcóticos e inmigrantes ilegales a través del archipiélago. Estados Unidos y Bahamas también cooperan activamente en materia de aplicación de la ley, aviación civil, investigación marina, meteorología y cuestiones agrícolas. La Armada estadounidense tiene una instalación de investigación submarina en la isla de Andros.
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras del Departamento de Seguridad Nacional mantiene instalaciones de «autorización previa» en los aeropuertos de Nassau y Freeport. Los viajeros que se dirigen a Estados Unidos son entrevistados e inspeccionados antes de la salida, lo que permite agilizar los tiempos de conexión en Estados Unidos