1821-1860Editar
En 1821, poco después de obtener la independencia del Imperio Español, el emperador Agustín de Iturbide de México envió a su ministro de Relaciones Exteriores a la corte del rey Luis XVIII de Francia para pedir el reconocimiento de la nueva nación independiente; sin embargo, el rey Luis XVIII se negó a reconocer a México por su alianza con España. El 26 de noviembre de 1826, Francia propuso resolver el problema del reconocimiento estableciendo relaciones comerciales con una compañía mexicana, estableciendo así relaciones no oficiales con México. No fue hasta septiembre de 1830 que Francia reconoció y estableció relaciones diplomáticas con México, tras la Revolución de Julio, la abdicación forzada del rey Carlos X de Francia y la salida de la Casa de Borbón del poder. Ese mismo año, ambas naciones abrieron legaciones diplomáticas residentes en la capital de cada país, respectivamente.
Durante los primeros años de sus relaciones diplomáticas, México y Francia no siempre estuvieron en términos amistosos, particularmente con el inicio de la Guerra de los Pasteles (noviembre de 1838 – marzo de 1839), conocida también como la Primera Intervención Francesa en México; en la que Francia invadió México para cobrar una indemnización por los bienes dañados y o saqueados por las fuerzas mexicanas. Durante la guerra, Francia (con la ayuda de Estados Unidos) bloqueó los puertos mexicanos, paralizando así la economía. Tres meses más tarde, México acordó pagar a Francia 600.000 pesos en compensación.
1861-1867Editar
En diciembre de 1861, el emperador Napoleón III invadió México con el pretexto de que México se había negado a pagar su deuda externa, aunque en retrospectiva, el emperador Napoleón III quería expandir su imperio en América Latina y esto se conoció como la Segunda intervención francesa en México. Después de una exitosa invasión francesa a México, Napoleón III instaló a su primo austriaco, Maximiliano I de México de la Casa de Habsburgo, como emperador de México en 1864.
Durante varios años, los rebeldes mexicanos bajo el mando del presidente Benito Juárez y con el apoyo adicional de los Estados Unidos lucharon contra las tropas francesas y realistas. Una vez que la Unión ganó la Guerra Civil Americana en 1865, los Estados Unidos permitieron a los partidarios del presidente Juárez comprar abiertamente armas y municiones y lanzaron advertencias más fuertes a París. Estados Unidos envió al general William Tecumseh Sherman con 50.000 veteranos de combate a la frontera mexicana para recalcar que se había agotado el tiempo de la intervención francesa. A Napoleón III no le quedó más remedio que retirar su ejército superado en número y en desgracia. El emperador Maximiliano rechazó el exilio y fue ejecutado por el gobierno mexicano en 1867 en Querétaro poniendo así fin al Segundo Imperio Mexicano.
Los sucesos de 1860 se conmemoran tanto en Francia como en México hasta el día de hoy. En México, el Cinco de Mayo conmemora la victoria de los mexicanos sobre las tropas francesas en la Batalla de Puebla (5 de mayo de 1862). Otra derrota de los franceses -la destrucción de la pequeña, pero heroica, fuerza de la Legión Extranjera francesa en la Batalla de Camarón (30 de abril de 1863)- es conmemorada anualmente por la Legión Extranjera francesa como el «Día de Camerone».
RevoluciónEdit
En 1911, el presidente mexicano Porfirio Díaz, antiguo general que luchó contra los franceses durante la Segunda Intervención Francesa en México y francófilo, abandonó México para exiliarse en París, donde murió en 1915 y está enterrado en el Cementerio de Montparnasse.
En diciembre de 1926, el gobierno mexicano compró una propiedad en la Avenida del Presidente-Wilson y en la Rue de Longchamp que son ahora la actual Residencia y embajada de México en París. Durante la Segunda Guerra Mundial, México rompió las relaciones diplomáticas con el gobierno de la Francia de Vichy y, en su lugar, mantuvo relaciones diplomáticas con el gobierno francés en el exilio (también conocido como Francia Libre) dirigido por el general Charles de Gaulle en Londres. Las relaciones diplomáticas plenas se restablecieron entre ambas naciones al finalizar la guerra en Europa en 1945.
Siglo XXIEditar
En diciembre de 2005, una ciudadana francesa llamada Florence Cassez fue detenida en México y acusada de secuestro, delincuencia organizada y posesión de armas de fuego. Fue declarada culpable por un tribunal mexicano y condenada a 60 años de prisión. Cassez siempre mantuvo su inocencia, lo que inició una disputa diplomática entre México y Francia. En su momento, el presidente Nicolas Sarkozy pidió al gobierno mexicano que permitiera a Cassez cumplir su condena en Francia, sin embargo las peticiones fueron denegadas.
En 2009, México canceló su participación de 2011 «El Año de México en Francia» (350 eventos, películas y simposio previstos) ya que el presidente francés Sarkozy declaró que este evento de un año de duración iba a estar dedicado a Cassez, y cada evento individual tendría algún tipo de recuerdo de la francesa. En enero de 2013, el Tribunal Supremo de México ordenó su liberación y Cassez fue trasladada inmediatamente a Francia. Desde su liberación, Francia se comprometió a ayudar a México en la creación de una Gendarmería en México a petición del presidente Enrique Peña Nieto.
El 6 de julio de 2017, los presidentes Enrique Peña Nieto y el presidente francés Emmanuel Macron se reunieron en París, antes de la cumbre del G-20 en Hamburgo, Alemania. Durante su encuentro, los mandatarios intercambiaron sus puntos de vista sobre el comercio, el multilateralismo, la lucha contra el terrorismo y el cambio climático.