Los disturbios de Los Ángeles
La absolución de los agentes en abril de 1992 desencadenó disturbios en South Central, Los Ángeles. Más de 50 personas murieron, más de 2.000 resultaron heridas y 9.500 fueron arrestadas por disturbios, saqueos e incendios provocados, lo que supuso 1.000 millones de dólares en daños materiales.
Cita célebre de Rodney King
Al tercer día de los disturbios, King hizo una aparición pública, haciendo su ya famosa petición: «Gente, sólo quiero decir, ¿no podemos llevarnos todos bien? ¿No podemos llevarnos todos bien?»
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó cargos federales de derechos civiles contra los cuatro agentes, y en agosto de 1992, dos de ellos fueron declarados culpables mientras que los otros dos fueron absueltos. King recibió finalmente 3,8 millones de dólares en un juicio civil por las lesiones sufridas.
Los disturbios y la respuesta policial a las violentas consecuencias provocaron la dimisión del jefe de la policía de Los Ángeles, Darryl Gates, considerado por muchas minorías como símbolo de la intolerancia racial institucionalizada. Fue sustituido por un jefe negro, Willie Williams, que introdujo varios cambios sugeridos por una comisión independiente que investigó los disturbios.
Más de dos décadas después de ser brutalmente golpeado por agentes de policía, en mayo de 2012, King habló del incidente con The Guardian, declarando: «No es doloroso revivirlo. Me siento cómodo con mi posición en la historia de Estados Unidos. Fue como ser violado, despojado de todo, golpeado casi hasta la muerte allí en el hormigón, en el asfalto. Sabía lo que se sentía al ser un esclavo. Me sentí como en otro mundo»
Siguió hablando de su proceso de curación, que incluyó el perdón a los agentes que le hirieron. «Tuve que aprender a perdonar», dijo. «No podía dormir por la noche. Me salieron úlceras. Tuve que soltarme, dejar que Dios se ocupara de ello. Nadie quiere estar enfadado en su propia casa. No quería estar enfadado toda mi vida. Te quita mucha energía ser mezquino».
Vida y muerte problemáticas
Después de la paliza de 1991, King siguió llevando una vida problemática, luchando contra el alcoholismo y teniendo roces con la ley. En 2004, se declaró culpable de conducir bajo los efectos de la droga PCP, tras perder el control de su todoterreno y chocar contra un poste eléctrico en Rialto, California. En 2005, fue arrestado bajo sospecha de violencia doméstica, y en 2007, la policía lo encontró ebrio con heridas de bala que no ponían en peligro su vida y que también se creía que eran el resultado de una disputa doméstica.
King compartió sus luchas como estrella de la telerrealidad en Celebrity Rehab de VH1, y en sus memorias de 2012, The Riot Within: My Journey from Rebellion to Redemption.
En el 20º aniversario de los disturbios de Los Ángeles, King dijo a la CNN que había perdonado a los agentes que le habían golpeado, diciendo: «Sí, les he perdonado porque me han perdonado muchas veces. Mi país ha sido bueno conmigo, y he hecho algunas cosas que no eran agradables en mi vida, y he sido perdonado por ello».
En un último y trágico giro, la vida de Rodney King terminó el 17 de junio de 2012. Su prometida, Cynthia Kelley, lo encontró en el fondo de una piscina en Rialto, California. Kelley había servido previamente como jurado en el juicio civil de King contra la ciudad de Los Ángeles. Según la policía que acudió al lugar de los hechos, no había indicios preliminares de juego sucio. King fue declarado muerto en un hospital local, 20 años después de que los disturbios de Los Ángeles lo lanzaran al centro de la lucha contra la tensión racial en Estados Unidos.
Documentales
Con motivo del 25 aniversario de los disturbios de Los Ángeles, en la primavera de 2017 se estrenaron una serie de documentales. Entre ellos, L.A. Burning, Let It Fall y el especial de Netflix de Spike Lee sobre Rodney King.