¿Qué es la sesamoiditis?
La sesamoiditis provoca dolor en la bola del pie, debajo de la articulación del dedo gordo. Los huesos sesamoideos están incrustados en un tendón, al igual que la rótula, actuando para aumentar la palanca de los tendones que controlan el dedo gordo. Debido a su ubicación y función, los huesos sesamoideos están sometidos a una gran presión y fuerza cada vez que se utiliza el dedo gordo para empujar el pie hacia delante.
¿Qué causa la sesamoiditis?
La sesamoiditis se desarrolla cuando los huesos sesamoideos, los dos huesos muy pequeños situados bajo la articulación del dedo gordo, se irritan o se lesionan debido al uso excesivo y al impacto repetitivo.
Síntomas de la sesamoiditis
Los síntomas de la sesamoiditis tienden a empeorar gradualmente. Lo que puede empezar como un dolor leve, puede aumentar rápidamente hasta convertirse en una intensa punzada. A medida que aumenta la gravedad de la sesamoiditis, puede resultar difícil poner peso en el dedo gordo o caminar cómodamente. También puede notar hinchazón o enrojecimiento alrededor de la articulación del dedo gordo, y dolor al intentar doblar el dedo hacia arriba.
Las lesiones de los huesos sesamoideos pueden ir desde una irritación leve hasta una fractura (o rotura). Es importante buscar un tratamiento temprano, para ayudar a prevenir que el problema y el dolor empeoren.
¿Quién sufre de sesamoiditis?
Aunque cualquiera puede desarrollar sesamoiditis, aquellos que participan en actividades que implican la carga repetitiva de la bola del pie, como en el baile, el sprint o incluso caminar, son más propensos a sufrir esta condición. Las personas con huesos del pie prominentes, pies más arqueados, pies marcadamente planos o aquellos que tienden a correr sobre la bola del pie también tienden a ser más propensos a la sesamoiditis.
Tratamiento de la sesamoiditis
El tratamiento de la sesamoiditis es muy específico para la persona y los síntomas que está experimentando, pero por lo general comienza con ayudar a resolver los síntomas dolorosos. Esto se hace mediante el alivio de la presión de los huesos sesamoideos utilizando almohadillas, correas o plantillas ortopédicas, así como el uso de hielo, antiinflamatorios orales y la interrupción temporal de la actividad que está causando el dolor.
A partir de aquí, el objetivo es ayudar a curar los huesos dañados y los tejidos circundantes, al tiempo que se tratan los factores que contribuyen a evitar que la sesamoiditis vuelva a aparecer en el futuro. A menudo utilizamos una combinación de plantillas ortopédicas a medida con calzado de apoyo para conseguirlo. Las plantillas ortopédicas están diseñadas de forma que desvían la presión de la articulación del dedo gordo del pie, redistribuyendo la presión sobre los dedos menores en la bola del pie. Las plantillas ortopédicas también pueden ayudar a solucionar factores como los pies planos, los pies de arco alto (pies cavos), los juanetes o los pies con poca grasa plantar. En el caso de una sesamoiditis grave y persistente o de fracturas por estrés de los sesamoides, puede ser necesario utilizar un andador neumático de pierna corta con suela de balancín (yeso para caminar) durante 2 a 6 semanas. Si no se consigue, se puede considerar una inyección de esteroides o una intervención quirúrgica.
Cirugía de la sesamoiditis
En casos graves o después de una verdadera fractura de los sesamoides, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el hueso sesamoideo dañado o fragmentado. En algunos casos, debido a la reducción de la irrigación sanguínea, puede haber un retraso en la cicatrización o la ausencia de la misma y se justifica una revisión quirúrgica.
Resultado esperado
La mayoría de los individuos tendrán una mejora inmediata de los síntomas una vez que se elimine la presión de los sesamoideos utilizando ortesis y almohadillas deflectoras. Si no hay complicaciones, la resolución completa puede lograrse en unos meses.
Preguntas frecuentes sobre la sesamoiditis
La sesamoiditis normalmente se cura en unos pocos días para los casos leves con la ayuda de reposo, hielo y medicación antiinflamatoria. Sin embargo, el periodo de curación será diferente en cada caso dependiendo de la gravedad. Si los síntomas no desaparecen en una o dos semanas, el médico puede recomendar otras formas de tratamiento que prolongarán el tiempo de recuperación.
Si la sesamoiditis se desencadena y no se trata durante un periodo prolongado, se pueden producir daños permanentes en los huesos sesamoideos de los pies. Sin embargo, si se trata en las primeras fases, puede controlarse. A menudo, el mejor tratamiento para la sesamoiditis es descansar y evitar (o cambiar) las rutinas que la desencadenan (bailar, correr, etc.).
La sesamoiditis no se puede curar definitivamente, ya que siempre existe el riesgo de volver a desencadenarla. Sin embargo, se puede controlar y prevenir. Para ello puede ser necesario un cambio de estilo de vida, como descansar y aplicar hielo con regularidad después de realizar actividades extenuantes, o evitar por completo las actividades desencadenantes. Es importante iniciar el tratamiento en las primeras fases para evitar daños permanentes y volver a su estilo de vida normal lo antes posible.