Antes de unirse formalmente al grupo surrealista en 1929, Salvador Dalí impregnó su obra de un sentido de lo fantástico y lo extraordinario, personificado en la obra de los maestros antiguos como el Bosco y en su propia época por Giorgio de Chirico. En La persistencia de la memoria, una de sus primeras obras surrealistas, Dalí se vio influenciado por El jardín de las delicias del Bosco, que combinó con un fondo catalán, una característica de gran parte de su obra temprana. Este cuadro fue uno de los primeros que Dalí ejecutó utilizando su enfoque «paranoico-crítico» en el que representa sus propios conflictos psicológicos y fobias.
Dalí había estudiado el psicoanálisis y las obras de Sigmund Freud antes de unirse a los surrealistas. La transcripción fiel de los sueños siempre ha desempeñado un papel importante en los cuadros de Dalí. Soñar es fácil para él debido a su herencia mediterránea. La siesta, para él, siempre ha abierto las puertas de un periodo previo al sueño, el instante en que uno se olvida de la presencia de su cuerpo. La demonología de Dalí debe mucho a sus ensueños. De ellos han surgido elementos heterogéneos que luego reúne en sus cuadros sin saber siempre por qué. En las obras del periodo surrealista, Dalí trató esos elementos de apariencia dispar con un realismo absoluto que enfatizaba el carácter propio de cada uno de ellos, realizando una copia exacta a partir de un documento, una fotografía o el objeto real, además de utilizar el collage.
La persistencia de la memoria contiene un autorretrato sobre el que se coloca un «reloj blando». Para Dalí, estos «relojes blandos» representan lo que él llamaba el «camembert del tiempo», sugiriendo que el concepto de tiempo había perdido todo su significado en el mundo inconsciente. Las hormigas que se arrastran sobre el reloj de bolsillo sugieren un señuelo, una noción absurda dado que el reloj es metálico. Estas imágenes «paranoico-críticas» reflejan la lectura y absorción de Dalí de las teorías de Freud sobre el inconsciente y su acceso a los deseos latentes y a la paranoia de la mente humana, como el miedo inconsciente a la muerte al que se alude en este cuadro,
Foto de Persistencia de la Memoria
Dali aumentó el efecto producido aún más mediante el uso de técnicas que van desde la precisión de Johannes Vermeer hasta las formas borrosas de Carriere. Una vez que ha dado autonomía emocional a sus protagonistas, establece una comunicación entre ellos representándolos en el espacio -la mayoría de las veces en un paisaje-, creando así una unidad en el lienzo mediante la yuxtaposición de objetos sin relación en un entorno al que no pertenecen. Esta obsesión espacial deriva de la atmósfera de Cadaqués, donde la luz, debido al color del cielo y del mar, parece suspender el curso del tiempo y permite a la mente, a través del ojo, deslizarse más fácilmente de un punto a otro. La persistencia de la memoria es un excelente ejemplo de lo anterior y contiene los siguientes elementos:
1) Tal vez el elemento más confuso de la escena sea un objeto antropomórfico depositado en el suelo. Esta figura con forma de rostro se interpreta como un autorretrato del artista: Dalí es conocido tanto por sus autorretratos poco convencionales, como el Autorretrato blando con tocino asado, como por sus representaciones únicas de rostros no del todo humanos, como la figura de su cuadro Le Sommeil.
2) Los relojes, de los que dice que «no son más que el queso Camembert blando, extravagante, solitario, paranoico-crítico del espacio y del tiempo… Duro o blando, ¡qué más da! Mientras digan el tiempo con precisión.
3) La imagen precisa de las hormigas al sol. Un olivo sin hojas con las ramas cortadas.
4) El paisaje. Para quien no conozca la región donde vive Dalí, la violencia del color puede parecer excesiva. No es nada de eso. Por el contrario, este color vivo reproduce exactamente el efecto de la luz en el cielo, en el mar, en la orilla del mar y en las rocas. Estos últimos no pueden ser localizados específicamente; son la generalización de todos los paisajes que Dalí había visto y pintado antes. Su gran mérito es haber conseguido sintetizar la costa ideal mediante el uso de rocas y calas conocidas, dando así al espectador la ilusión de haberlas visto antes.
10 datos que no conoces de «La persistencia de la memoria»
1. A pesar de su memorable temática y su importante impacto en el mundo del arte, el cuadro La persistencia de la memoria es sólo un poco más grande que una hoja de papel de cuaderno, o sea, aproximadamente 9,5 x 13 pulgadas.
2. Muchos historiadores del arte destacan que la figura central del cuadro es un autorretrato de Dalí. Sin embargo, la figura, que tiene características humanas como pestañas, así como una forma libre, significa metamorfosis, al igual que los relojes que se transforman de sólidos a líquidos. La metamorfosis es un concepto clave en el movimiento surrealista, que refleja el poder transformador de los sueños.
3. La persistencia de la memoria alude a la influencia de los avances científicos durante la vida de Dalí. El escenario austero pero onírico refleja un énfasis freudiano en el paisaje onírico, mientras que los relojes fundidos pueden hacer referencia a la Teoría de la Relatividad de Einstein, en la que el científico hace referencia a la distorsión del espacio y el tiempo.
4. Los relojes de bolsillo no son las únicas referencias al tiempo en el cuadro. La arena hace referencia a las arenas del tiempo y a la arena del reloj de arena. Las hormigas tienen cuerpos en forma de reloj de arena. La sombra que se cierne sobre la escena sugiere el paso del sol por encima, y el océano lejano puede sugerir la intemporalidad o la eternidad.
5. El cuadro, que Dalí completó en 1931, se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York desde hace más de 80 años, ya que fue donado en 1934 por un mecenas anónimo.
6. Tres de los relojes del cuadro pueden simbolizar el pasado, el presente y el futuro, todos ellos subjetivos y abiertos a la interpretación, mientras que el cuarto reloj, que se encuentra boca abajo y sin distorsiones, puede simbolizar el tiempo objetivo.
7. El huevo que se posa en la orilla lejana simboliza la vida, que, como la memoria, tiene el potencial de persistir a pesar de la ruptura o la distorsión del tiempo. El huevo también personifica la obsesión del artista por la yuxtaposición de lo duro y lo blando durante su periodo surrealista.
8. Los insectos de «La persistencia de la memoria», una mosca en una de las caras del reloj y las hormigas en la cara del reloj que está boca abajo, significan de diversas maneras la muerte, la desintegración y/o una relación parasitaria con el tiempo.
9. La pintura de Dalí combina tres géneros artísticos: la naturaleza muerta, el paisaje y el autorretrato. Un autorretrato algo similar aparece en una obra anterior de Dalí titulada El gran masturbador. Sin embargo, en La persistencia de la memoria, la figura parece estar muerta o dormida.
10. La rama denudada y rota del cuadro, que los expertos en arte identifican como un olivo en el contexto de otras obras de Dalí, representa la desaparición de la sabiduría antigua, así como la muerte de la paz, reflejando el clima político entre las dos guerras mundiales, así como los disturbios que condujeron a la Guerra Civil española en el país natal de Dalí.