Santa Gianna Beretta Molla, patrona de los médicos, de las madres y de los no nacidos
Del 4 de octubre de 1922 al 28 de abril, 1962
Fiesta – 28 de abril
Gianna Francesca Beretta nació en Magenta, Italia, en 1922, siendo la décima de trece hijos de su familia. Gianna amaba la vida. La moda, la música, el arte, el esquí y la naturaleza eran sus pasiones. Mujer de gran fe, su vida estuvo guiada por una alegre confianza en la Providencia de Dios y una fuerte creencia en el poder de la oración. Era muy activa en la Acción Católica y colaboraba con la Sociedad de San Vicente de Paúl para ayudar a los menos afortunados. Sentía una enorme compasión por los niños, los ancianos y los pobres. Esta compasión la llevó a estudiar medicina. En 1942, Gianna empezó a estudiar medicina en Milán y abrió una consulta especializada en pediatría.
En diciembre de 1954, Gianna conoció a Pietro Molla, un ingeniero que trabajaba en su consulta, y se casaron en septiembre de 1955. Antes de casarse, habló con su futuro marido sobre su misión divina de colaborar con Dios en la creación. La pareja tuvo tres hijos, tras lo cual Gianna sufrió dos abortos. Durante su siguiente embarazo, se descubrió que Gianna tenía un tumor en el útero. Rechazó una histerectomía que habría hecho abortar a su hijo. En su lugar, optó por una cirugía más arriesgada para extirpar el tumor en un intento de salvar al bebé.
El 21 de abril de 1962, Viernes Santo de ese año, Gianna fue al hospital para dar a luz a su bebé. Gianna tenía muy claros sus deseos, expresando a su familia: «Esta vez será un parto difícil, y puede que tengan que salvar a uno o a otro; quiero que salven a mi bebé.» La hija y tocaya de Gianna, Gianna Emanuela, nació con éxito. Sin embargo, la madre Gianna murió de peritonitis séptica 7 días después del parto.
El 16 de mayo de 2004, el Papa Juan Pablo II canonizó a Gianna Beretta Molla como santa moderna. Su marido, Pietro, y su hija menor, Gianna, estuvieron presentes en la ceremonia de canonización.
Santa Gianna es la protectora ideal de nuestro hogar para las mujeres embarazadas que lo necesitan. Es la personificación del auténtico feminismo por el extraordinario modo en que cumplió con sus deberes profesionales y domésticos. Fue una pediatra de éxito, una esposa devota y una madre cariñosa.
Santa Gianna es un modelo inspirador para las mujeres embarazadas debido a su amor sacrificado por su hijo no nacido. Las madres con embarazos en crisis pueden conectar con ella porque ella también se enfrentó a un miedo y una angustia similares durante su embarazo con riesgo de muerte. Ella ofrece profundas palabras de sabiduría y consuelo, diciendo: «No se puede amar sin sufrir y no se puede sufrir sin amar»
Que Santa Gianna bendiga nuestro ministerio, para honor y gloria de Dios.