¿Cómo se controla la hormona liberadora de gonadotrofina?
Durante la infancia, los niveles de la hormona liberadora de gonadotrofina son extremadamente bajos, pero a medida que se acerca la pubertad se produce un aumento de la hormona liberadora de gonadotrofina, que desencadena el inicio de la maduración sexual.
Cuando los ovarios y los testículos son totalmente funcionales, la producción de la hormona liberadora de gonadotrofina, la hormona luteinizante y la hormona estimulante del folículo están controladas por los niveles de testosterona (en los hombres) y de estrógenos (por ejemplo, estradiol) y progesterona (en las mujeres). Si los niveles de estas hormonas aumentan, la producción de la hormona liberadora de gonadotrofina disminuye y viceversa.
Hay una excepción a esta regla; en las mujeres, en el punto medio de su ciclo menstrual, el estradiol (producido por el folículo del ovario que contiene el óvulo dominante) alcanza un punto alto crítico. Esto estimula un gran aumento de la secreción de la hormona liberadora de gonadotrofina y, en consecuencia, un aumento de la hormona luteinizante, que estimula la liberación de un óvulo maduro. Este proceso se denomina ovulación.
¿Qué ocurre si tengo demasiada hormona liberadora de gonadotrofina?
No se sabe cuáles son los efectos de tener demasiada hormona liberadora de gonadotrofina. En muy raras ocasiones, pueden desarrollarse adenomas hipofisarios (tumores) que aumentan la producción de gonadotrofinas, lo que lleva a una sobreproducción de testosterona o estrógenos.
¿Qué ocurre si tengo muy poca hormona liberadora de gonadotrofinas?
Una deficiencia de la hormona liberadora de gonadotrofinas en la infancia significa que el individuo no llega a la pubertad. Un ejemplo es un raro síndrome genético conocido como síndrome de Kallmann, que provoca la pérdida del desarrollo de las células nerviosas productoras de la hormona liberadora de gonadotrofina, con la consiguiente pérdida del desarrollo puberal y de la maduración sexual. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres y provoca la pérdida del desarrollo de los testículos o los ovarios y la infertilidad.
Cualquier traumatismo o daño en el hipotálamo también puede causar una pérdida de la secreción de la hormona liberadora de gonadotrofina, que detendrá la producción normal de la hormona estimulante del folículo y la hormona luteinizante, causando la pérdida de los ciclos menstruales (amenorrea) en las mujeres, la pérdida de la producción de esperma en los hombres y la pérdida de la producción de hormonas de los testículos y los ovarios.
Última revisión: Feb 2018