Día de la fiesta: 5 de septiembre
Canonizada: 4 de septiembre de 2016
Beatificada: 19 de octubre de 2003
Venerada: 20 de diciembre de 2002
El 26 de agosto de 1910, la Madre Teresa nació como Agnes Gonxha Bojaxhiu en Skopje, Macedonia. De pequeña participaba mucho en las actividades parroquiales, y su madre le contaba muchas historias de misioneros, que la inspiraban mucho. En 1928, a los 18 años, Agnes ingresó en la orden misionera de las Hermanas de Loreto en Dublín (Irlanda). En 1929 viajó a Calcuta (hoy conocida como Calcuta), India, para enseñar en una escuela para niñas. Continuó enseñando en varias escuelas de la India durante 20 años. Durante ese tiempo, se sintió profundamente conmovida por la cantidad de enfermos y moribundos que había en las calles.
El 10 de septiembre de 1946, mientras viajaba en tren a Darjeeling, la Hermana Mary Teresa experimentó una «llamada dentro de una llamada». Se sintió llamada a ser el amor de Dios en acción: a servir a los enfermos y moribundos, a los hambrientos y a los sin techo.
Recibió el permiso para dejar el convento de Loreto. Entonces buscó una formación médica y se empeñó en servir a los más pobres de entre los pobres.
Con el tiempo, se le unieron otras mujeres. Algunas de estas mujeres eran sus antiguas alumnas, y la ayudaron a servir a los pobres. En 1950 fundó una orden de religiosas llamada Misioneras de la Caridad.
Con el tiempo, las Misioneras de la Caridad han construido centros en todo el mundo. En 1979 la Madre Teresa, como se la conocía entonces, recibió el Premio Nobel de la Paz. Cautivó al mundo como pocas personas lo han hecho. Su sencillo mensaje era: «El Papa Juan Pablo II eligió el 19 de octubre de 2003 como fecha para la beatificación de la Madre Teresa. La ceremonia fue una celebración para todo el mundo. La vida de santidad de la Madre Teresa es respetada a escala mundial. Su ejemplo de servicio humilde y amoroso es admirado por millones de personas.
El proceso que llevó a la beatificación de la Madre Teresa fue el más corto de la historia moderna. Normalmente, la causa de beatificación no puede iniciarse hasta cinco años después de la muerte del candidato. Sin embargo, el Papa Juan Pablo II impulsó la causa de la Madre Teresa poco después de su muerte, el 5 de septiembre de 1997. El Papa explicó que hacía una excepción debido a la admiración generalizada por la pequeña monja.
La vitalidad espiritual de la Madre Teresa puede describirse con estas palabras. «No busques a Dios en tierras lejanas. Él no está allí. Está cerca de ti. Está contigo. Sólo mantén esa lámpara encendida, y siempre lo verás»
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La historia de Jesús, unidad 1