Laceración del hígado
La laceración del hígado es una lesión física del hígado, el órgano situado debajo de las costillas derechas. Es el órgano que se lesiona con más frecuencia en los traumatismos abdominales, tanto de origen contundente como penetrante. Una laceración hepática es un desgarro en el tejido del hígado. La gravedad de las laceraciones hepáticas varía de leve a muy grave o mortal. La hemorragia incontrolada es el problema más común resultante de las heridas hepáticas. Cuando un paciente ingresa en el hospital se realiza una tomografía computarizada (TC) que muestra el líquido alrededor de la zona del cuerpo donde se encuentra el hígado. Los síntomas de un hígado lacerado pueden consistir en un abdomen agrandado y firme, y sensibilidad en el lado derecho del abdomen. Se realizan análisis de sangre cada cuatro horas. Si los resultados de estos análisis muestran que la hemorragia ha aumentado, el paciente puede necesitar una operación. Las constantes vitales, como la presión arterial y la frecuencia cardíaca, se controlan estrechamente. Durante el tratamiento, los pacientes deben permanecer en la cama hasta que las pruebas muestren que la hemorragia se ha detenido. A menos que la lesión sea grave, los pacientes deberían recuperarse sin efectos secundarios. Debe concertarse una cita de seguimiento entre 2 y 8 semanas después del alta hospitalaria. En los casos graves en los que se realiza una operación, la recuperación puede ser más larga. El paciente operado tendrá una gran incisión en el centro del abdomen que requerirá cambios regulares de apósitos.