El nombre «Tripel» proviene en realidad de una parte del proceso de elaboración, en el que los cerveceros utilizan hasta tres veces la cantidad de malta que se encuentra en una cerveza de mesa trapense estándar. Tradicionalmente, las Tripels tienen un color entre amarillo brillante y dorado intenso, un tono o dos más oscuro que la Pilsener media. La espuma debe ser grande, densa y cremosa. El aroma y el sabor deben ser complejos: fenoles especiados, levadura en polvo y ésteres afrutados con un final dulce. El dulzor proviene tanto de las maltas pálidas como del mayor alcohol. El amargor está ahí arriba para una cerveza fuerte con un cuerpo tan ligero, pero puede ser difícil de percibir en versiones bien equilibradas. El cuerpo más ligero proviene del uso de azúcar cande belga (hasta un 25% de sacarosa), que no sólo aligera el cuerpo, sino que también añade diversos aromas y sabores alcohólicos. A veces también se añaden pequeñas cantidades de especias. Las Tripels son notoriamente alcohólicas, pero los mejores ejemplos ocultan esta cualidad de forma bastante engañosa, lo que las convierte en cervezas para beber a sorbos.
ABV: 8,0-12,0% | IBU: 20-40 | Cristalería: Copa (o Cáliz)
Calificación superior