Has cocinado la cena, comido, limpiado, acostado a los niños, terminado el vino y por fin tienes un breve momento para ti. Es hora de tomar una taza de té. Pero entonces te asalta la duda: ¿te mantendrá despierto?
Según investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y la Universidad Atlántica de Florida, esa taza nocturna es la menor de tus preocupaciones. A lo largo de 5.164 días y noches, los investigadores controlaron a 785 personas para comprobar los efectos de la cafeína, el alcohol y la nicotina en el sueño, y descubrieron que, mientras la nicotina y el alcohol alteraban la duración y la profundidad del sueño, la cafeína tenía un efecto mínimo o nulo.
Antes de que te emociones demasiado y empieces a tomar espressos antes de acostarte, conviene recordar que la cafeína -un estimulante que se encuentra tanto en el té como en el café- puede tener efectos diferentes en cada persona. La calidez de un hombre es el nerviosismo de otro, y la metabolizamos de forma diferente.
El contenido de cafeína de tu próxima taza de té también depende del tipo de té, del tamaño de la infusión y de cómo se prepare. Como guía aproximada, The Guardian informa de que «hay 20 mg de cafeína en los 100 g de té preparado de media, en comparación con los 40 mg de la misma cantidad de café negro de filtro». Si eres sensible a los efectos de la cafeína y te preocupa que el té te mantenga despierto por la noche, considera la posibilidad de ceñirte a las infusiones con menor contenido de cafeína.
En The Tea Enthusiast’s Handbook: A Guide to the World’s Best Teas, los autores Mary Lou y Robert J. Heiss escriben que hay más de 20.000 tés diferentes en el mundo. Para ser considerado un té, debe proceder de las hojas curadas del árbol camellia sinensis. Estos miles de tés diferentes pueden agruparse a grandes rasgos en seis categorías: negro, oolong, verde, blanco, amarillo y fermentado o pu’erh. Los tés no se clasifican en función de sus niveles de cafeína, sino del tratamiento de las hojas y de los niveles de oxidación.
Entonces, ¿qué deberías elegir antes de acostarte? Bueno, el té verde o el oolong podrían ser un buen comienzo: ambos tienen niveles más bajos de cafeína que un té negro altamente oxidado como el English Breakfast o el Earl Grey. También puedes optar por las tisanas (tés elaborados con frutas y hierbas, en lugar de con camelia sinensis) como el de limón y jengibre o el de hibisco, e incluso probar a remojar el té durante menos tiempo.
En cualquier caso, parece que nuestro entusiasmo por el té no decae. Estudios recientes de Roy Morgan Research muestran que la mitad de la población (9,8 millones de bebedores de té entre una población de 24,6 millones) bebe al menos una taza de té a la semana. Y con un poco de experimentación -tanto con el tipo de té que preparas como con la hora a la que lo bebes- deberías ser capaz de cosechar los beneficios calmantes de una taza sin las noches de insomnio.
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