La corteza suprarrenal se compone de tres capas distintas de células endocrinas que producen hormonas esteroides críticas. Entre ellas se encuentran los glucocorticoides, que son fundamentales para regular el azúcar en sangre y el sistema inmunitario, así como la respuesta al estrés fisiológico, el mineralcorticoide aldosterona, que regula la presión arterial y la función renal, y ciertas hormonas sexuales. Tanto los tumores benignos como los malignos de la corteza suprarrenal pueden producir hormonas esteroideas, con importantes consecuencias clínicas.
Adenoma adrenocorticalEditar
Los adenomas adrenocorticales son tumores benignos de la corteza suprarrenal que son extremadamente frecuentes (presentes en el 1-10% de las personas en la autopsia). No deben confundirse con los «nódulos» suprarrenales, que no son verdaderas neoplasias. Los adenomas adrenocorticales son poco frecuentes en pacientes menores de 30 años, y tienen la misma incidencia en ambos sexos.La importancia clínica de estas neoplasias es doble. En primer lugar, se han detectado como hallazgos incidentales con una frecuencia cada vez mayor en los últimos años, debido al uso cada vez mayor de las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas en una variedad de entornos médicos. Esto puede dar lugar a costosas pruebas adicionales y procedimientos invasivos para descartar la leve posibilidad de un carcinoma adrenocortical temprano. En segundo lugar, una minoría (alrededor del 15%) de los adenomas adrenocorticales son «funcionales», lo que significa que producen glucocorticoides, mineralcorticoides y/o esteroides sexuales, dando lugar a trastornos endocrinos como el síndrome de Cushing, el síndrome de Conn (hiperaldosteronismo), la virilización de las mujeres o la feminización de los varones. Los adenomas adrenocorticales funcionales son curables quirúrgicamente.
La mayoría de los adenomas adrenocorticales tienen menos de 2 cm de dimensión mayor y menos de 50 gramos de peso. Sin embargo, el tamaño y el peso de los tumores corticales suprarrenales ya no se consideran un signo fiable de benignidad o malignidad. A grandes rasgos, los adenomas suprarrenales son tumores solitarios encapsulados, bien circunscritos, con una superficie sólida y homogénea de color amarillo. La necrosis y la hemorragia son hallazgos poco frecuentes.
Carcinoma adrenocorticalEditar
El carcinoma de la corteza suprarrenal (CCA) es un cáncer raro y muy agresivo de las células de la corteza suprarrenal, que puede aparecer en niños o en adultos. Los ACC pueden ser «funcionales», produciendo hormonas esteroides y la consiguiente disfunción endocrina, similar a la que se observa en muchos adenomas adrenocorticales, pero muchos no lo son. Debido a su localización profunda en el retroperitoneo, la mayoría de los carcinomas corticosuprarrenales no se diagnostican hasta que han crecido bastante. Con frecuencia invaden grandes vasos, como la vena renal y la vena cava inferior, y hacen metástasis a través de los linfáticos y de la sangre a los pulmones y otros órganos. El tratamiento más eficaz es la cirugía, aunque no es factible para muchos pacientes, y el pronóstico general de la enfermedad es malo. La quimioterapia, la radioterapia y la terapia hormonal también pueden emplearse en el tratamiento de esta enfermedad.