La imagen de alguien en posición de loto con el pulgar y el índice tocándose es sinónimo de yoga y meditación. Pero, ¿hay algo más en este gesto de la mano de lo que parece?
Se dice que los mudras -que significan «sello», marca» o «gesto» en sánscrito- intensifican los efectos de nuestra práctica de yoga o meditación y mejoran el flujo de energía. Pero, ¿cómo funcionan y cuándo debemos utilizarlos?
Orígenes y usos
Se desconocen los orígenes concretos de los mudras, aunque existen desde hace miles de años y han aparecido en diversas religiones y tradiciones, como el hinduismo, el budismo, el cristianismo, los jeroglíficos egipcios, los rituales tántricos, el arte romano, las artes marciales asiáticas, el taoísmo y la danza clásica india.
El propósito de estos gestos con las manos puede variar según la tradición: desde concentrar la energía sutil, transmitir enseñanzas a través de símbolos, actuar como herramienta para curar enfermedades, ¡incluso atribuir poderes mágicos y habilidades psíquicas al practicante! Sin embargo, en esencia, los mudras son una forma de comunicación no verbal, una «expresión externa de la determinación interior».
Los mudras en el yoga y el Ayurveda
En el yoga y la meditación solemos utilizar los mudras junto con el Pranayama (ejercicios de respiración del yoga), normalmente cuando estamos sentados con las piernas cruzadas en Sukhasana, Virasana o Padmasana. Los mudras también se incorporan a la práctica física de la asana de yoga – véase la imagen de David Lurey en Natarajasana – postura de la bailarina.
Se dice que la realización de mudras estimula el flujo de prana (fuerza vital o energía) por todo el cuerpo, para aquietar la mente centrándola en el simple toque de nuestras manos o dedos y para intensificar el poder de nuestra práctica.
Según el Ayurveda -considerado el sistema holístico de curación más antiguo del mundo y a menudo descrito como la «ciencia hermana» del yoga- la enfermedad es el resultado de un desequilibrio en nuestro cuerpo causado por una deficiencia o un exceso de uno de los cinco elementos clave: espacio, aire, fuego, agua y tierra. Se dice que cada uno de ellos desempeña un papel específico dentro del cuerpo y están representados por los cinco dedos:
- El pulgar – fuego
- El dedo índice – viento
- El dedo corazón – éter (o espacio)
- El dedo anular – tierra
- El dedo meñique – agua
- Para saber más sobre cómo la práctica de un mudra específico puede apoyar tu salud, lea Terapia de yoga para la esclerosis múltiple – los mudras
Los dedos actúan esencialmente como circuitos eléctricos y el uso de mudras ajusta el flujo de energía que equilibra estos diversos elementos y acomoda la curación.
3 mudras fáciles
Hay cientos de variaciones de mudras, algunas de las cuales implican a todo el cuerpo (incluyendo los ojos y la lengua), pero las más comunes se realizan con las manos y los dedos.
Aquí tienes tres que probablemente encontrarás primero:
Jjana mudra – el mudra de la sabiduría o el conocimiento
También se escribe a veces Gyan o Gyana mudra. Junte la punta del dedo índice contra la punta del pulgar y deje que los otros tres dedos se extiendan suavemente. Si está sentado, apoye el dorso de las manos sobre los muslos con las palmas hacia arriba.
En este mudra, los pulgares representan la conciencia universal – algo «más alto» o más grande que nosotros. Los dedos índices representan la conciencia individual – nuestra mente y los pensamientos que crean nuestra propia realidad.
Al conectar los pulgares y los dedos índices con la palma hacia arriba en un gesto de receptividad, estamos uniendo estos dos elementos – el Ser y el universo. El círculo que hacemos con el dedo índice y el pulgar también crea un «sello» o «circuito pránico» para que la energía fluya de vuelta al cuerpo en lugar de «filtrarse» desde los extremos de las yemas de los dedos.
Chin mudra – el gesto de la conciencia
Al igual que el Anjali mudra, el Chin mudra se incorpora a menudo durante la meditación. Los dedos pulgar e índice se tocan ligeramente entre sí, como en el caso anterior, pero esta vez las palmas miran hacia abajo, sobre las rodillas o los muslos. El Chin Mudra se confunde a menudo con el Jjana Mudra, ya que se parecen mucho, pero la dirección de las palmas hacia abajo tiene un significado diferente. Se dice que este gesto más introspectivo tiene un efecto de enraizamiento, animando a nuestra atención y enfoque a moverse hacia adentro.
Anjali mudra o Atmanjali mudra – el mudra del saludo
Anjali, (derivado de anj que significa ‘honor’ o ‘celebrar’) es sánscrito para «ofrenda divina», «un gesto de reverencia» y se utiliza a menudo junto con la pronunciación de la palabra ‘Namaste’ al final de las clases de yoga contemporáneas. Anjali mudra también se utiliza durante la parte física de la práctica de yoga (Asana) – por ejemplo en Tadanasa, Vrksasana y como parte de la secuencia de Surya Namaskar.
Para hacerlo, junta las palmas de las manos, y coloca los pulgares ligeramente sobre el esternón con los dedos apuntando hacia arriba. Presiona las palmas de las manos de manera uniforme, notando si la presión es más intensa en la mano dominante. Incline la barbilla hacia los pulgares mientras lleva la parte posterior de la cabeza ligeramente hacia atrás. Intenta levantar el esternón hacia la barbilla, en lugar de dejar caer todo el peso de la cabeza.
Se dice que unir las palmas de las manos une los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, simbolizando nuestra conexión con nosotros mismos y con los demás. Este mudra suele ir acompañado de la palabra «Namaste», que suele traducirse como «La luz que hay en mí se inclina ante la luz que hay en ti», un gesto de humildad u ofrenda que honra la unión entre un corazón y otro.
Practica los tres – para los miembros de EkhartYoga
Una introducción a los Mudras – en este breve vídeo Francesca presenta los Mudras más practicados en Hatha Yoga: Jnana, Chin y Anjali (Atmanjali) Mudra – 15 minutos, meditación
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