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A lo largo de los bares turísticos que salpican Ocean Drive, en South Beach, se alza Villa Casa Casuarina, un terreno de 23.000 pies cuadrados más conocido como la antigua mansión del diseñador de moda italiano Gianni Versace hasta su trágica muerte en 1997. Desde el publicitado asesinato que tuvo lugar en la porosa escalinata de coralina de la mansión, el 1116 de Ocean Drive no ha dejado de acaparar una inmensa atención mediática, no solo por el asesinato, sino más recientemente por ser el plató de la serie de crímenes reales de FX de 2018 The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story.
Como resultado, la casa y su historia se han convertido en un espectáculo tabú de la ciudad de Miami. Unas puertas negras de hierro forjado ribeteadas en oro encierran el recinto, manteniendo a raya la atracción turística, mientras que el interior se mantiene como un oasis intacto alejado del mundo exterior. Sin embargo, más allá de la foto de la escena del crimen, la gran magnitud y los elaborados detalles de la firma de la propiedad muestran la atención que Versace puso en su día en la restauración de la histórica casa tras sus anteriores propietarios.
Antes de que Versace se convirtiera en el centro de la moda, la villa de tres plantas fue construida en Miami en 1930 por el arquitecto Alden Freeman, heredero de una fortuna petrolera dejada por su padre, antiguo tesorero de Standard Oil Co. La estructura se inspiró en el Alcázar de Colón, el edificio más antiguo de América y antigua residencia del hijo de Cristóbal Colón. Amante de la historia, Freeman incluso trajo un auténtico ladrillo coralino del Alcázar de Colón que aún reside en el lado derecho de la entrada principal de la mansión.
La propiedad en su apogeo tenía un total de 24 apartamentos que Freeman llenaba con invitados y amigos. A lo largo del perímetro del segundo piso, en el patio, se alinearon aproximadamente 130 medallones decorativos, todos los cuales siguen en su sitio. La temática de los medallones representa retratos de personas, lugares y acontecimientos históricos que tenían un significado histórico o personal para Freeman. Además, encargó al escultor yugoslavo Vuk Vuchinich la creación de una estatua para la casa. La estatua de bronce de Afrodita arrodillada (diosa griega del amor) fue creada en 1928 y ha residido en la casa desde entonces.
Freeman murió en la Casa Casuarina en 1937 debido a una prolongada enfermedad y la casa fue vendida entonces a Jacques Amsterdam por 100.000 dólares, tras lo cual la convirtió en un complejo de alquiler, los Apartamentos Amsterdam. Amsterdam introdujo algunos cambios en la casa, como un ascensor y el traslado de la estatua de bronce de Afrodita del patio a la parte delantera de la casa para recibir a los huéspedes con cariño. La mansión pasó por las manos de varios propietarios e incluso fue rebautizada como apartamentos Cristóbal Colón durante un breve periodo de tiempo.
En el punto álgido de su carrera, en 1992, Versace pasaba por Miami de camino a Cuba para pasar las vacaciones y desde entonces comenzó una historia de amor con la ciudad. Se cuenta que, mientras estaba en Ocean Drive, vio la estatua de bronce de Afrodita en la entrada principal de Casuarina y, tras hacer un recorrido, «instintivamente» compró la casa en su totalidad por 2,95 millones de dólares. «Dimos un paseo por South Beach y Gianni se paró delante del edificio y dijo: ‘Quiero esta casa'», contó Donatella, su hermana, en una entrevista.
Con un lienzo en blanco, Versace se puso a trabajar.
La estructura de 24 apartamentos fue convertida en una sola casa con 10 habitaciones, un bar, una biblioteca, dos cocinas, tres salones y 10 baños, sufriendo la friolera de 32 millones de dólares en reformas. Compró el Hotel Revere que ocupaba la propiedad adyacente por 3,7 millones de dólares, y posteriormente lo derribó para hacer sitio a la zona de jardines y piscina. Trabajó junto a su equipo de diseño de confianza (Terry Scott, la artista Sybil de Bourbon Parme y Wallace Tutt), todos ellos con los que trabajó en sus casas de Milán y el lago Como.
Inspirado en la antigüedad grecorromana, Versace plasmó una visión de su herencia en toda la casa, al igual que en sus diseños. La piscina de mosaico del jardín donde Beyoncé y Jay-Z celebraron su fiesta de Año Nuevo en 2014 está hecha con mosaicos de oro de 24 quilates inspirados en el estampado Marine Vanita de Versace que se ve en sus pañuelos de seda. La empresa milanesa de azulejos Fantini Mosaci diseñó los intrincados mosaicos italianos que se ven por toda la casa, incluida la famosa cara de medusa que ocupa el centro del jardín. Como la mayor insignia de la medusa en la casa, la pieza fue en realidad elaborada en el hogar de Versace en Calabria, desmontada y enviada a Miami.
Versace recibía a amigos y familiares por igual, prescribiendo a sus allegados, entre ellos Elton John y la princesa Diana, una habitación específica cuando se alojaban en la mansión. Ahora se llama la «suite Mosaico», y se afirma que Madonna prefería esta suite por ser la única habitación con una bañera de hidromasaje hundida. Varias habitaciones de invitados estaban situadas en el ala de la casa que da a la impresionante piscina de mosaico.
Para los amantes de la astrología, Versace instaló su propio observatorio en la azotea de la casa subiendo una estrecha escalera en el tercer piso. El techo del observatorio es de color azul marino cubierto de estrellas doradas, un motivo habitual en mezquitas, sinagogas e iglesias de todo el mundo. El oro resplandeciente contra el azul profundo crea la ilusión de los cielos, representando el reino divino en la tierra. Se dice que Drake escribió canciones en el observatorio, y si se coloca en el centro para escuchar la impresionante acústica, verá por qué.
La segunda planta del patio era la zona de la casa de Versace. Su dormitorio personal, adornado con frescos barrocos Trompe-l’œil de la artista afincada en Miami Allyson Krowitz, contaba con un salón anexo a su apartamento (ahora uno de los restaurantes del hotel). Como un gesto descarado de Versace, colocó en su salón un raro sofá Knoll del siglo XVII tapizado con terciopelo de Versace. Los historiadores creen que el sofá Knoll fue creado para el dormitorio de la señora de la casa, un sofá que le permitía tener intimidad con su amante mientras su marido estaba fuera de la ciudad. Al observar la fachada de la mansión, el balcón de Versace se centra directamente sobre la entrada principal, con vistas a todo el frente de la propiedad hacia Ocean Drive.
Quizás lo más impresionante de todas las suites fueron las que Versace creó con cariño para su familia. Cuatro suites ocupan la primera planta del patio: la «Signature Suite» para su hermano mayor Santo, la «Azure suite» en azul empolvado para su sobrino Daniel, la «Aviary suite» por la afición a los pájaros de su sobrina Allegra, y la «Venus suite» para su querida hermana Donatella.
Como su musa, Donatella recibió la habitación más grandiosa de la mansión. Ocupando 1.500 pies cuadrados de la mansión, la habitación de Donatella cuenta con el único balcón doble que da directamente al jardín de mosaicos del ala principal. Cuatro amplios armarios de estilo Biedermeier están ocultos y empotrados en las paredes del dormitorio. El techo, recubierto de un lecho de rosas blancas doradas, fue pintado sobre lienzo en Milán por Fontana Decorazioni y enviado a Miami especialmente para su habitación.
En 1997, Versace recibió un disparo mortal en la escalinata de la mansión. La casa estuvo vacía durante unos tres años hasta que fue adquirida por el empresario estadounidense Peter Loftin en el año 2000 por 19 millones de dólares y se utilizó como un club sólo para miembros. Tras declararse en bancarrota en 2013, fue comprada en una subasta por 41,5 millones de dólares en efectivo con VM South Beach, LLC y convertida en un hotel boutique. Aunque la familia Versace se llevó muchas de las reliquias de la casa tras el fallecimiento de Versace, la mayor parte del interior original sigue intacto. El grupo hotelero reprodujo muebles y retocó aspectos de las habitaciones basándose en fotos de archivo para replicar la casa de Versace lo más cerca posible del original.
Más allá de la tradición y la leyenda que se encuentra en los escalones exteriores, una parte del impresionante legado de Versace reside en la casa como representación estructural de su adoración por las personas y los lugares más cercanos a él. El trabajo de Versace como diseñador era especial porque estaba cortado de la misma tela que él. Nunca sabremos las verdaderas historias que tuvieron lugar en la casa, pero entre los frescos y las celebridades, estas paredes pueden hablar por sí mismas.