Wine, el software al que Microsoft ha atribuido en parte el mérito de hacer posible el subsistema de Windows 10 para Linux, se ha actualizado con más de 7.400 cambios.
Wine es una capa de compatibilidad, diseñada para sistemas operativos tipo Unix, que permite a los sistemas Linux y macOS ejecutar aplicaciones Windows.
En la época de Windows XP y del ex CEO de Microsoft, Steve Ballmer, Microsoft utilizó su programa antipiratería Windows Genuine Advantage para bloquear las actualizaciones a los usuarios de Wine en los sistemas Linux.
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En aquel entonces, las altas esferas de Microsoft se negaban a reconocer públicamente la existencia de Wine, lo que significaba que sus desarrolladores se sentían incluso halagados por el esfuerzo de Microsoft de bloquear las actualizaciones de Windows y Office a los usuarios de Wine porque al menos demostraba que Microsoft había reconocido su presencia.
Pero en el mundo tecnológico actual de la computación en la nube, los sistemas interoperables y el retroceso de las ventas de ordenadores de sobremesa, Microsoft se ha mostrado partidario de las técnicas que los desarrolladores de Wine utilizaron para hacer que el software de Windows fuera compatible con las máquinas de Linux.
Microsoft presentó la semana pasada un escrito de amicus curiae en apoyo de la posición de Google contra la reclamación de Oracle de que las interfaces de programación de aplicaciones de software (API) pueden ser objeto de derechos de autor. El caso de Google en el Tribunal Supremo de Estados Unidos está previsto para marzo.
Microsoft puso a Wine como ejemplo de la importancia de las API abiertas que una victoria de Oracle podría amenazar, lo que a su vez podría impedirle en el futuro crear una función como WSL – una capa en Windows que permite a los desarrolladores que utilizan herramientas de línea de comandos de Linux crear aplicaciones en Azure.
«En otro ejemplo de los años 90, un desarrollador de código abierto creó un programa llamado Wine, que permitía a los desarrolladores permitir que las aplicaciones de Windows se ejecutaran en ordenadores que utilizaban el sistema de código abierto Linux, sin autorización explícita de Microsoft», escribió Microsoft.
«Para crear Wine, el desarrollador ‘utilizó la misma jerarquía de nombres de funciones’ de varias API de Windows. Años más tarde, Microsoft creó ‘la inversa de Wine’, reimplementando la estructura de ciertas APIs de Linux para crear el Subsistema de Windows para Linux, un programa que permitía ejecutar programas de Linux en Windows.
«La experiencia de Windows-Linux demuestra que la reutilización del código funcional es una vía de doble sentido que beneficia tanto al creador original como al desarrollador posterior y, en última instancia, al consumidor»
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La actualización de Wine 5.0 aprovecha esta calle de doble sentido, introduciendo módulos ejecutables portátiles (PE), que se construyen en el formato de archivo binario PE de Windows que se utiliza en los ejecutables y DLL.
Según los desarrolladores de Wine, ahora los «binarios PE se copian en el prefijo de Wine en lugar de los falsos archivos DLL», lo que hace que el prefijo se parezca «más a una instalación real de Windows, a costa de un poco de espacio extra en el disco».
La nueva versión también es compatible con múltiples pantallas y monitores, y hay soporte para el controlador Vulkan hasta la versión 1.1.126 para Android.