9 Señales de que tu hígado puede estar dañado

Tu hígado es una parte clave de tu sistema digestivo, responsable de limpiar las toxinas de la sangre, procesar los medicamentos, producir la bilis, ayudar a digerir las grasas, almacenar la glucosa y producir proteínas para coagular la sangre, entre otras muchas cosas.

También es un órgano bastante indulgente, capaz de regenerar las células hasta cierto punto, pero el daño repetido al hígado conduce a la inflamación, la cicatrización y la cirrosis. Esto hace que se encoja y endurezca, y cambia la estructura del hígado, impidiendo su buen funcionamiento. Una ingesta elevada de alcohol o toxinas, una dieta rica en grasas y algunas infecciones víricas, como la hepatitis, pueden provocar daños en el hígado.

La enfermedad hepática no suele provocar ningún síntoma hasta que el daño en el hígado está bastante avanzado.

Algunas señales de que tu hígado puede estar luchando son:

  1. Fatiga y cansancio. Los médicos no están seguros de cómo el daño hepático causa cansancio, pero es un síntoma común.
  2. Náuseas (sensación de malestar). Las náuseas se producen porque las toxinas se acumulan en el torrente sanguíneo, debido a la disminución de la capacidad del hígado para hacer su trabajo de filtrar las toxinas.
  3. Heces pálidas. Las heces adquieren su color oscuro gracias a las sales biliares que normalmente libera el hígado. Si las heces son pálidas, puede indicar un problema con el hígado u otra parte del sistema de drenaje biliar. Las heces negras alquitranadas pueden ocurrir en una enfermedad hepática avanzada y están causadas por el paso de sangre a través del tracto gastrointestinal – esto requiere atención médica urgente.
  4. Piel u ojos amarillos (ictericia). La ictericia se debe a la acumulación de bilirrubina (un pigmento biliar) en la sangre, porque no puede procesarse eficazmente. La piel también puede picar por el mismo motivo.
  5. Nevos de araña (pequeñas arterias con forma de araña que aparecen en racimos en la piel). Los naevi de araña parecen un punto rojo con vasos sanguíneos que irradian desde el centro como patas de araña. Pueden ser comunes en mujeres sanas, pero cuando se encuentran en mayor número en la mitad superior del cuerpo o en los hombres pueden sugerir una enfermedad hepática.
  6. Moretones con facilidad. Es posible que aparezcan moretones con facilidad debido a la capacidad reducida del hígado para producir factores de coagulación.
  7. Palmas enrojecidas (eritema palmar). Aproximadamente una cuarta parte de las personas con cirrosis hepática desarrollan un eritema palmar, es decir, un enrojecimiento de la piel de las palmas.
  8. Orina oscura. La orina de color naranja oscuro, ámbar, cola o marrón puede ser un signo de enfermedad hepática. El color se debe a que se acumula demasiada bilirrubina porque el hígado no la descompone normalmente.
  9. Hinchazón del abdomen (ascitis). La ascitis se produce porque se retiene líquido en el abdomen. Las piernas y los tobillos también pueden hincharse debido a la retención de líquidos.
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Última revisión: 07/04/2016

MiDr

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