Los ataques de ansiedad, formalmente conocidos como ataques de pánico, son aterradores. Como padre, puede ser extremadamente devastador ser testigo de que su hijo experimente un ataque de pánico y como niño o adolescente, un ataque de pánico puede sentirse como una amenaza para la vida. Muchos describen los ataques de pánico como una sensación de que una habitación se les está cerrando o como si estuvieran teniendo un ataque al corazón o que pueden morir. Los ataques de pánico pueden ser desencadenados por cosas específicas o pueden ocurrir repentinamente sin ninguna razón. El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad y se diagnostica si su hijo sufre al menos dos ataques de pánico o ansiedad inesperados seguidos de al menos un mes de preocupación por tener otro ataque.
Signos y síntomas asociados a los ataques de ansiedad
- Sensación de peligro inminente o de fatalidad
- Necesidad de escapar
- Los latidos del corazón acelerados
- Sudoración
- Temblores
- Shortness de la respiración o una sensación de asfixia
- Sensación de ahogo
- Dolor o molestia en el pecho
- Náuseas o molestias abdominales
- Mareos o aturdimiento
- Sensación de irrealidad, despersonalización
- Miedo a perder el control o a «volverse loco»
- Miedo a morir
- Sensaciones de hormigueo
- Escalofríos o sofocos
Enseñe a sus hijos sobre los ataques de pánico
Los ataques de ansiedad suelen durar entre 10 y 15 minutos, sin embargo, pueden parecer toda una vida tanto para usted como para su hijo. Después de que su hijo tenga su primer ataque de pánico, es importante educarlos en los signos y síntomas asociados con los ataques de pánico para que si ocurre otro, puedan entender lo que está sucediendo. Enseñe a sus hijos que los ataques de pánico son una falsa alarma en su cuerpo. Hágales saber las sensaciones físicas asociadas a un ataque de pánico para que cuando las experimenten no les dé tanto miedo.
Consejos y trucos para ayudar a su hijo durante un ataque de ansiedad
Hay algunas técnicas que han demostrado ayudar mientras un adolescente o un niño está experimentando un ataque de pánico. Es tan importante aprender no qué hacer como qué hacer durante estos momentos de miedo.
- Evita minimizar su angustia: Los ataques de ansiedad dan miedo. Evite decirle a su hijo «estás bien» cuando en realidad, no se siente como si estuviera bien. Es importante practicar la empatía durante estas situaciones. Diga algo como «Sé que no te sientes bien. Tener un ataque de pánico puede ser aterrador. Te ayudaré a superar esto y terminará pronto»
- Recuerde a su hijo que los ataques de pánico siempre terminan
- Ayude a distraerlos: Hay muchas herramientas y técnicas que se pueden utilizar para ayudar a un individuo a distraerse durante un ataque de pánico. El ejercicio, jugar a un juego, mirar fotos en el teléfono, comer un bocadillo, usar bolsas de hielo para enfriar el cuerpo, pensamientos positivos de refuerzo, técnicas de respiración, relación muscular, tomar una ducha o un baño, ver un programa favorito o navegar por las redes sociales son todas las técnicas que se pueden utilizar para distraer a su hijo o hija durante un ataque de pánico.
- Ayúdeles a evitar la trampa del ataque de pánico: Una vez que un niño tiene un ataque de pánico, se volverá temeroso de tener otro y evitará actividades y situaciones que cree que podrían desencadenar otro ataque. Como resultado, su hijo o hija puede intentar evitar la escuela, las actividades sociales, los eventos familiares, los deportes e incluso puede temer salir de su propia casa. Como padre, es importante enseñarles que al evitar estas cosas, la ansiedad se agravará y, por lo tanto, es importante afrontar estas situaciones a pesar de todo.
Buscar ayuda profesional
Buscar ayuda profesional puede ayudarles a usted y a su hijo a adquirir conocimientos sobre las herramientas y técnicas utilizadas para prevenir y manejar los ataques de ansiedad. Un profesional capacitado puede tener una idea de por qué su hijo está teniendo ataques de pánico, sin embargo puede no haber una razón específica o desencadenante. Además, un profesional formado puede enseñar ciertas técnicas, como la terapia de exposición y las técnicas de relajación, para ayudar a su hijo o hija a superar los ataques de pánico. Aunque se sabe que hay medicamentos para ayudar a los trastornos de pánico, no se recomiendan para los niños debido a los efectos secundarios, por lo tanto, estos trastornos se manejan mejor con la terapia y el conocimiento.