Valor Universal Excepcional
Breve síntesis
La Catedral de Notre-Dame de Chartres, situada en la región del Centro-Val-de-Loire, es una de las obras más auténticas y completas de la arquitectura religiosa de principios del siglo XIII. Fue el destino de una peregrinación dedicada a la Virgen María, entre las más populares de toda la cristiandad occidental medieval. Por la unidad de su arquitectura y decoración, fruto de la investigación de la primera época gótica, su inmensa influencia en el arte del cristianismo de la Edad Media, la catedral de Chartres aparece como un hito esencial en la historia de la arquitectura medieval. El excepcional conjunto de vidrieras, la estatuaria monumental de los siglos XII y XIII y las decoraciones pintadas milagrosamente conservadas de los estragos del hombre y del tiempo, hacen de Chartres uno de los ejemplos más admirables y mejor conservados del arte gótico.
La fachada oeste, construida a mediados del siglo XII, con sus tres portales cuyos vanos están decorados con columnas estatuas (Royal Portail), sus dos torres, su aguja sur y sus tres grandes e incomparables vidrieras, constituyen un auténtico y completo ejemplo que nos queda de este arte creado en St Denis, y que marcó el advenimiento de un original modo de expresión plástica, conocido como estilo gótico.
Un poco más tarde, la nave y el coro, reconstruidos a partir de 1194, efectuaron por primera vez una fórmula arquitectónica que se emplearía ampliamente a lo largo del siglo XIII.
Las esculturas monumentales de la catedral de Chartres se valoran tanto por su abundancia como por su calidad: los grandes conjuntos, relieves y estatuas, del pórtico real de la entrada de la nave, los seis portales y los dos pórticos que datan de 1210 en las entradas norte y sur del crucero, ofrecen un panorama completo de la escultura gótica desde el momento en que rompió con las tradiciones románicas para alcanzar el sutil equilibrio de idealismo y realismo que caracteriza su apogeo. En esta catedral, sede de una renombrada escuela, la maestría técnica y artística estaba al servicio de una ciencia iconográfica muy desarrollada.
Por último, la catedral de Chartres ha conservado casi totalmente su decoración homogénea de vidrieras ejecutadas aproximadamente entre 1210 y 1250. A ello hay que añadir las tres vidrieras del siglo XII sobre la Cola Real y los grandes rosetones del siglo XIII en las tres fachadas: al oeste, el Juicio Final; al norte, la Glorificación de la Virgen; al sur, la Glorificación de Cristo.
Criterio (i): Construida con bastante rapidez y casi en una sola zancada, la catedral de Chartres, debido a la unidad de su arquitectura y de su decoración de vidrieras, esculturas y pinturas, constituye la expresión completa y perfeccionada de uno de los aspectos más característicos del arte medieval.
Criterio (ii): La catedral de Chartres ha ejercido una influencia considerable en el desarrollo del arte gótico en Francia y fuera de ella. Los arquitectos de las catedrales de Reims, Amiens y Beauvais no hicieron más que enriquecer el diseño fundamental de Chartres, que fue imitado en Colonia en Alemania, Westminister en Inglaterra y León en España. En el ámbito de las vidrieras, la influencia del taller de Chartres se extendió ampliamente desde Bourges, Sens, Le Mans, Tours, Poitiers, Rouen, Canterbury, a través de la difusión de obras.
Criterio (iv): La catedral de Chartres es a la vez un símbolo y un tipo de edificio básico. Es el ejemplo más esclarecedor que se puede elegir para definir la realidad cultural, social y estética de la catedral gótica.
Integridad
La catedral de Chartres fue considerada como un modelo desde el momento de su construcción, debido a la novedad y perfección de las partes técnicas y estéticas que se adoptaron. Todos los elementos que la convirtieron en una referencia arquitectónica, en particular su nave y su coro, permanecen intactos.
La decoración escultórica (portales y elementos de la pantalla de la roda) ofrecen un panorama completo del estilo gótico. La catedral también ha conservado destacadas vidrieras de mediados del siglo XII, así como casi la totalidad de su decoración homogénea de vidrieras que comprende el mayor conjunto de vidrieras de la primera mitad del siglo XIII. Por último, las restauraciones interiores han revelado la decoración pintada del siglo XIII, constituyendo una obra de falsa piedra conservada casi en su totalidad.
Los añadidos posteriores de finales de la época gótica (Capilla Vendôme, aguja noroeste, Pabellón del Reloj), de la época renacentista (claustro del coro), de la época clásica (desarrollo del coro Victor Louis), de la época industrial (estructura de hierro Emile Martin) y de la época contemporánea (creación de vidrieras) no alteraron la pureza del conjunto.
La Catedral de Chartres ocupa una posición notable en la llanura de Beauce. Su silueta, visible en más de 25 km a la redonda, constituye un marcador particularmente claro en el paisaje. Verdadero punto de encuentro que confirma de forma emblemática la notable relación que mantiene la obra arquitectónica con el lugar que la rodea, esta percepción de la catedral «entre el cielo y la tierra» fue evocada por numerosos artistas y escritores ilustres.
Autenticidad
La catedral de Chartres presenta una autenticidad excepcional, tanto por su estructura como por su decoración, especialmente los portales y su decoración escultórica que han sufrido pocas alteraciones, y el excepcional conjunto de vidrieras del siglo XIII, que son objeto de constantes medidas de conservación, y que hoy se encuentran en un notable estado de conservación. Las únicas alteraciones importantes que ha sufrido el edificio son la demolición del rosetón en el siglo XVII y el incendio del tejado en 1836. La estructura metálica, colocada en 1837 para sustituir el tejado, es un elemento notable del siglo XIX que participa plenamente en los valores del edificio.
Protección y requisitos de gestión
Propiedad del Estado, la Catedral de Chartres está catalogada en su totalidad como Monumento Histórico desde 1862. Como tal, goza de medidas de conservación financiadas y ejecutadas directamente por el Ministerio de Cultura y Comunicación. Está incluida en el patrimonio excepcional de la ciudad de Chartres con un plan de salvaguardia y valorización en vigor. Legalmente reconocido como edificio católico, no puede ser utilizado para ningún otro culto.
La gestión del inmueble está asegurada por el Estado, las autoridades religiosas, el Centro Nacional de Monumentos y la ciudad de Chartres. La importante afluencia de visitantes en este denso entorno urbano no afecta negativamente a la integridad y la autenticidad del inmueble gracias a la eficaz coordinación de todos estos actores. Sin embargo, la relación entre la catedral y su paisaje se ha vuelto vulnerable ante las presiones urbanísticas.
Una vez puesto en marcha, el plan de gestión inscribirá la dimensión paisajística de la catedral en los instrumentos de planificación territorial.