A menudo verá los términos sin lactosa y sin lácteos en diversos productos y alimentos. Aunque pueden sonar igual, no significan lo mismo. Los alimentos sin lactosa son productos lácteos a los que se les ha eliminado la lactosa, mientras que sin lácteos significa que no hay ningún tipo de lácteo; en su lugar, el alimento está hecho de plantas o frutos secos.
Entender estas etiquetas es importante para las personas con alergia a la leche (también denominada alergia a los lácteos). Los productos sin lactosa están hechos para personas con intolerancia a la lactosa, pero normalmente no son adecuados para personas que tienen alergia a la leche o que siguen una dieta vegana o sin lácteos.
Intolerancia a la lactosa
La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y los productos lácteos. Nuestro cuerpo produce una enzima llamada lactasa, que nos ayuda a digerir la lactosa correctamente. En algunas personas, el cuerpo deja de producir cantidades adecuadas de lactasa y se vuelven incapaces de digerir el azúcar correctamente, causando molestias gástricas como gases, hinchazón, calambres, diarrea y náuseas.
Para algunos, la ingesta de pequeñas cantidades de alimentos que contienen lactosa puede no causar ningún problema. Ciertas personas que son intolerantes a la lactosa pueden descubrir que pueden comer yogur y leche de cabra. También existen pastillas de lactasa que ayudan a digerir la lactosa. Pero para las personas que no pueden tolerar la lactosa, elegir productos sin lactosa es su mejor opción.
Alimentos sin lactosa
Como la lactosa se encuentra sólo en la leche, sólo los productos que la contienen pueden ser sin lactosa. Por lo tanto, los productos lácteos que contienen leche son los únicos tipos de lácteos que pueden ser sin lactosa. Eso significa que la nata, el suero de leche, algunos quesos, el helado, la crema agria e incluso las mezclas de chocolate caliente están prohibidas para los intolerantes a la lactosa. Por suerte, hay versiones sin lactosa de muchos de estos alimentos en los estantes de las tiendas. Sólo hay que buscar el «sin lactosa» en la etiqueta.
Alergia a la leche (alergia a los lácteos)
La alergia a la leche es la alergia alimentaria más común en los bebés y niños pequeños. Una persona con alergia a la leche suele ser alérgica a uno de los dos componentes proteicos de la leche: la caseína y el suero. El sistema inmunitario del cuerpo reacciona de forma exagerada a estas proteínas específicas, provocando desde síntomas leves como urticaria, picor e hinchazón, hasta otros más graves como sibilancias, problemas para respirar e incluso pérdida de conocimiento. Por lo tanto, los alérgicos a la leche no deben ingerir ningún alimento que la contenga.
Productos sin lácteos
Para entender la etiqueta «sin lácteos», lo mejor es comprender lo que significa realmente lácteos. Los lácteos se refieren a la leche y a cualquier parte de la misma que provenga de vacas y otros mamíferos. Por lo tanto, para no tener lácteos, un producto no debe tener leche ni ingredientes que formen parte de la leche.
Como la lactosa proviene de la leche, un producto sin lácteos no tendrá lactosa. Esto significa que un producto sin lácteos tampoco tiene lactosa; pero recuerde que un producto sin lactosa no es necesariamente sin lácteos.
Los productos sin lácteos no contienen caseína ni suero. Estas proteínas se encuentran a menudo en los productos etiquetados como sin lactosa, ya que la eliminación de la lactosa de los productos lácteos puede no eliminar estas proteínas. Estas proteínas seguirán estando presentes a menos que se realicen otras formas de procesamiento para eliminarlas.
Elegir un plan de alimentación
Para elegir el mejor plan de alimentación, debe saber que tiene intolerancia a la lactosa o alergia a la leche. Si usted o su hijo son alérgicos a los productos lácteos o a partes de la leche como la caseína o el suero, entonces aléjese de los productos sin lactosa y limítese a los que están etiquetados como sin lácteos o veganos. Es importante que te familiarices con los ingredientes derivados de los lácteos para que sepas qué productos son seguros para ti y tus seres queridos. Si usted o su hijo han sido diagnosticados con intolerancia a la lactosa, entonces simplemente busque la etiqueta sin lactosa.
Otra cosa a tener en cuenta es que también hay diferencias entre los términos sin lácteos y no lácteos. Sin lácteos no es un término regulado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos; es un término de la industria y del marketing. No lácteo es el término regulado y en realidad permite la presencia de proteínas lácteas como la caseína, el suero y otros derivados. Si tienes alergia a la leche, los productos no lácteos pueden no ser seguros.
Si sigues una dieta vegana, no consumirás ningún producto lácteo, esté o no etiquetado como sin lactosa porque los productos lácteos provienen de animales. Por lo tanto, las etiquetas que dicen «sin lácteos» pueden ser seguras para los que siguen una dieta vegana, siempre y cuando no haya otros productos animales en la lista de ingredientes.