El síndrome del diente agrietado es una afección dental caracterizada por síntomas de dolor agudo al masticar sin ninguna razón visible, que en realidad está causada por una grieta «oculta» del diente.
Los dientes que causan el síndrome del diente agrietado suelen tener fracturas que son demasiado pequeñas para ser vistas en las radiografías. A veces, la fractura está por debajo de la línea de la encía, lo que hace aún más difícil su identificación.
El síndrome del diente fisurado es una afección que tiene que ser identificada y tratada con la suficiente antelación antes de que el daño ponga en riesgo el diente. Si la grieta llega a la cámara pulpar del diente agrietado, el tejido pulpar queda expuesto a las bacterias y toxinas bacterianas, y se inflama desarrollando una infección dental. Un diente agrietado no tratado puede provocar una necrosis pulpar (muerte del nervio) y un absceso dental (infección) que requiere un tratamiento de conductos. En casos severos el diente puede partirse en dos reduciendo las posibilidades de arreglar el diente agrietado y normalmente es necesaria la extracción del diente.
Causas del síndrome del diente agrietado
- Desgaste natural: Con el paso de los años, el uso cotidiano y repetitivo de los dientes para morder y masticar puede provocar grietas en los dientes.
- Apretar o rechinar los dientes (bruxismo) es una de las principales causas del síndrome del diente fracturado. Rechinar y apretar los dientes los somete a una presión excesiva que los hace más susceptibles de sufrir grietas.
- Malos hábitos de masticación como morder lápices o masticar alimentos duros.
- Traumatismos en la boca.
- Los empastes grandes pueden debilitar los dientes dando lugar a la fractura de los mismos.
- Caries extensas no tratadas.
- Complicaciones durante/después de la terapia endodóntica. A veces la presión aplicada en un diente durante el tratamiento de endodoncia puede causar una grieta. Después de un tratamiento de endodoncia los dientes se vuelven frágiles y son más susceptibles al síndrome del diente agrietado.
- Sensibilidad dental a las temperaturas calientes y frías.
- Dolor en el diente al morder o masticar. El dolor no es constante como en el caso de la caries o el absceso dental. El diente puede ser doloroso sólo al comer ciertos alimentos o al masticar de una manera específica. Si el dolor se experimenta habitualmente al liberar la presión de la mordida, es una señal de que se trata de un caso de síndrome de diente agrietado.
- Si la grieta es grave, puede haber signos de aumento de la movilidad del diente.
Síntomas del síndrome del diente agrietado
¿Por qué duele un diente agrietado?
La grieta dejará al descubierto el interior del diente (la ‘dentina’) que tiene unos tubos muy pequeños llenos de líquido que conducen al nervio (‘pulpa’). La flexión del diente abre la grieta y provoca el movimiento del líquido dentro de los tubos. Cuando se deja de morder, la grieta se cierra y la presión del líquido simula el nervio y causa dolor.
¿Cómo puedo evitar que mis dientes se fracturen?
La mayoría de las fracturas no se pueden evitar porque ocurren cuando menos lo esperas. Sin embargo, se puede reducir el riesgo de rotura de dientes
- Tratando de eliminar los hábitos de apretar durante las horas de vigilia,
- Evitando masticar objetos duros (por ejemplo, huesos, lápices, hielo),
- Evitar masticar alimentos duros como chicharrones y pan de grano duro
Si cree que rechina los dientes por la noche, pregunte a su dentista si un protector nocturno o una férula le serán de utilidad. Es muy importante conservar la fuerza de tus dientes para que no sean tan susceptibles de fracturarse. Trate de prevenir la caries dental y hágala tratar a tiempo. Los dientes muy cariados y, por tanto, muy empastados, son más débiles que los que nunca han sido empastados. Las personas que tienen problemas de desgaste dental o el «síndrome del diente agrietado» deberían considerar el uso de un protector nocturno mientras duermen. Esto absorberá la mayor parte de las fuerzas de rechinamiento. Los ejercicios de relajación pueden ser beneficiosos.
¿Cómo trata el dentista un diente agrietado?
Depende de la dirección y la gravedad de la grieta. Si la grieta es lo suficientemente pequeña, puede eliminarse sustituyendo el empaste. Los empastes blancos adheridos y los empastes de amalgama adheridos mantendrán el diente unido haciendo que sea menos probable que se agriete. A veces, la parte agrietada del diente se fractura durante la extracción del empaste y éste puede ser sustituido por un nuevo empaste. Su dentista puede colocar primero una banda de ortodoncia alrededor del diente para mantenerlo unido. Si el dolor se calma, la banda se sustituye por un empaste que cubre la parte fracturada del diente (o toda la superficie de mordida). Otras opciones son la colocación de empastes de oro o porcelana o incluso una corona. Si la grieta llega demasiado lejos en sentido vertical, existe la posibilidad de que sea necesario extraer el diente y sustituirlo por uno artificial. (Ver puentes, prótesis e implantes). A veces, el nervio puede verse tan afectado que muere. Será necesario un tratamiento de conductos si se quiere salvar el diente.
¿Se recuperará mi diente?
A diferencia de las fracturas en otras partes del cuerpo, esta grieta nunca se curará. Hay una pequeña posibilidad de que la grieta empeore incluso con una corona colocada. Esto puede llevar a la necesidad de un tratamiento de conductos, o incluso a la extracción del diente. Sin embargo, muchas grietas pueden arreglarse sin necesidad de una endodoncia o la extracción del diente.
¿Qué tipo de fuerzas hacen que los dientes se agrieten?
Los dientes delanteros suelen romperse debido a un golpe, un accidente o al morder. Los dientes posteriores también pueden fracturarse por un golpe. Son mucho más propensos que los dientes delanteros, a romperse por las fuerzas aplicadas por las mandíbulas al chocar rápidamente. Por eso los deportistas llevan protectores bucales para amortiguar el golpe. Otras fuerzas se producen durante el sueño porque las personas rechinan los dientes con una fuerza mucho mayor de la que harían estando despiertos. La primera señal de problemas puede ser lo que llamamos «síndrome del diente agrietado»: un diente dolorido o sensible en algún lugar de la boca que a menudo es difícil de encontrar incluso para el dentista. En algunos individuos el rechinar de dientes, llamado bruxismo, provoca un desgaste de los dientes en lugar de una fractura.