Abby Jensen lleva planeando sus dulces dieciséis desde que era una niña. Lleva una lista de deseos que quiere que se hagan realidad. Cuando por fin llega el gran día, añade emocionada su decimosexto y último deseo a la lista: una foto de Logan, su amor. Sus padres y su hermano Mike la sorprenden, pero ella los rechaza bruscamente. Entonces comienza el primero de muchos sucesos inusuales, cada uno de los cuales implica la visita de una mujer peculiar, Celeste. La primera vez que aparece es como exterminadora, cuando la casa de los Jensen se ve invadida por las avispas de un nido que se ha ido acumulando durante 16 años. Celeste guarda la lista de deseos de Abby, pero la familia no puede volver a entrar en su casa hasta que las avispas sean exterminadas.
El mejor amigo de Abby, Jay Kepler, aparece y ofrece a Abby su chaqueta. Cuando Abby busca en un bolsillo, encuentra un regalo de cumpleaños para ella: un collar con la mitad de un corazón que dice «BFF». Jay utiliza la otra mitad como colgante en su llavero. Llega un camión de reparto y Celeste sale vestida de cartero y le da a Abby un paquete con 16 velas y una caja de cerillas. Abby enciende la primera vela y su primer deseo, conocer a la celebridad Joey Lockhart, se cumple. Entonces Abby se da cuenta de que las velas corresponden a los deseos de su lista de deseos. Abby enciende la octava vela y su deseo de un coche rojo se cumple. Del coche sale Celeste. Abby se da cuenta de que Celeste es un ser mágico y sus deseos se hacen realidad cada vez que se enciende una vela, y Celeste aparece cada vez que se concede un deseo.
Abby intenta sin éxito pedir un tercer deseo. Celeste le explica que Abby debe esperar para pedir nuevos deseos dentro de nuevas horas, y que, a medianoche, las velas de Abby expiran y los deseos que pidió serán permanentes. Abby pide más deseos, lo que hace que gane a su némesis, Krista Cook, que cumple años el mismo día que ella, en un partido de voleibol, y se convierta en presidenta del cuerpo estudiantil. Abby recuerda que necesita un vestido para su fiesta de cumpleaños y decide comprarlo con Jay, que accede a pagarlo. Les sigue Krista, que coge la cartera de Jay cuando se le cae. Ella convence al dependiente de la tienda de que los dos no van a comprar nada; el dependiente los echa. Abby utiliza la novena vela para pedir un deseo de ser tratada como un adulto, lo que añade consecuencias de la edad adulta en las que no había pensado. De repente, Abby ya no puede ir al instituto y nadie en la escuela se acuerda de ella, ni siquiera Jay. Sus padres le compran un nuevo apartamento y la dejan vivir sola.
Lamentando su deseo, Abby intenta sin éxito pedir nuevos deseos y cambiar algunos. Abby pide un deseo para que sus padres la entiendan; sus padres sí la entienden, pero bajo la impresión de que es una adulta. Abby pasa por los Dulces 16 de Krista y ve a Jay. Ella le devuelve a Jay el recuerdo de que son mejores amigos mostrándole el collar que le regaló. Sin embargo, Jay es incapaz de ayudarla. Abby habla con Krista y se da cuenta de que está en buenos términos con ella en la edad adulta. También se da cuenta de que Jay siempre quiso ser presidente del cuerpo estudiantil. Desesperada, Abby vuelve a su apartamento donde aparece Celeste. Abby habla con Celeste y le dice lo egoísta que fue por pensar en ella misma por encima de sus amigos y su familia porque no se dio cuenta de lo que ya tenía. Finalmente, Abby encuentra un resquicio en las reglas de la magia porque su último deseo estaba pegado con goma de mascar, actuando como una «barrera» entre la imagen y las reglas. Cambia la foto por una foto suya tomada esa mañana y desea volver a esa mañana justo antes de que llegue la medianoche.
La vida de Abby vuelve entonces a la normalidad. Abby tira su lista de deseos y le da su dinero a Mike para una guitarra. Abby encuentra a Krista llevando carteles que dicen «Vota por Krista». Ella y Krista se reconcilian después de que Krista le diga a Abby que le cae mal porque le quitó a Jay como amigo. Abby y Krista dejan de competir y trabajan juntas para que Jay sea presidente del cuerpo estudiantil, cumpliendo así su sueño. Abby y Krista celebran una fiesta de cumpleaños conjunta. Krista y Logan se convierten en pareja y el talento de Mike es reconocido. Abby le dice a Jay que no tiene más deseos y se besan. Celeste se convierte en un hada y se va volando. Las parejas -Abby y Jay y Krista y Logan- bailan entonces juntas en la fiesta.