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La clindamicina intravenosa más gentamicina es más eficaz que otros antibióticos o combinaciones de antibióticos para el tratamiento de la infección de la matriz después del parto.

La inflamación del revestimiento de la matriz (endometritis) puede ser causada por bacterias vaginales que entran en la matriz (útero) durante el parto y causan una infección en las seis semanas siguientes al mismo (endometritis posparto). La endometritis posparto se produce después de entre el 1% y el 3% de los partos vaginales, y hasta el 27% de los partos por cesárea. La rotura prolongada de las membranas (ruptura de la bolsa de agua que rodea al bebé) y los múltiples exámenes vaginales durante el parto también parecen aumentar el riesgo.

La endometritis provoca fiebre, sensibilidad en la región pélvica y flujo vaginal de olor desagradable después del parto. Puede tener complicaciones graves como la formación de abscesos pélvicos, coágulos de sangre, infección de la fina capa de tejido que recubre el interior del abdomen y los órganos abdominales (peritonitis) e inflamación de todo el cuerpo (sepsis). También es una causa importante de muertes maternas en todo el mundo, aunque con el uso de antibióticos, esto es muy raro en los países de altos ingresos.

Hay muchos tratamientos antibióticos actualmente en uso. Esta revisión comparó diferentes antibióticos, vías de administración y dosis para la endometritis. La revisión identificó 42 estudios controlados aleatorios relevantes, que son el tipo de ensayo médico más fiable para este tipo de investigación; 40 de ellos (con 4.240 mujeres) aportaron datos para el análisis.

Los resultados mostraron que la combinación de gentamicina y clindamicina intravenosas, y los fármacos con una amplia gama de actividad contra las cepas bacterianas resistentes a la penicilina relevantes, son los más eficaces para tratar la endometritis después del parto. Las mujeres tratadas con clindamicina más un aminoglucósido (gentamicina) mostraron menos fracasos del tratamiento que las tratadas con penicilina, pero esta diferencia no fue evidente cuando las mujeres tratadas con clindamicina más un aminoglucósido se compararon con las mujeres que recibieron otros tratamientos antibióticos.

Hubo más fracasos del tratamiento en las mujeres tratadas con una penicilina más gentamicina (un estudio) en comparación con las tratadas con clindamicina más gentamicina. Siete ensayos mostraron que un tratamiento antibiótico que tenía poca actividad contra las bacterias resistentes a la penicilina tenía una mayor tasa de fracaso y más infecciones de las heridas que un tratamiento antibiótico que tenía buena actividad contra estas bacterias.

No hubo pruebas de que ninguna de las combinaciones de antibióticos tuviera menos efectos adversos -incluyendo reacciones alérgicas- que otras combinaciones de antibióticos. Si la endometritis no era complicada y mejoraba con los antibióticos intravenosos, no parecía ser necesario seguir los antibióticos intravenosos con un curso de antibióticos orales.

En general, la fiabilidad de los resultados de los estudios no estaba clara, el número de mujeres estudiadas era a menudo pequeño y los datos sobre otros resultados eran limitados; además, varios de los estudios habían sido financiados por empresas farmacéuticas que posiblemente habrían tenido un interés creado en los resultados.

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