Mucha gente viene de la escuela de los golpes duros y no es un mal lugar para estar. La vida es un aprendizaje y, por desgracia, no hay una guía de «cómo hacerlo» para superarlo. Todos aprendemos cometiendo errores. Lo importante es dejar de repetirlos después de saber que está mal.
Por mucho que el divorcio de tus padres os haya afectado a ti y a tus hermanos, es algo del pasado y ya no se puede hacer nada al respecto. Nunca se «superan» experiencias dolorosas como ésta. Sólo se puede trabajar e integrar en la historia de uno mismo con el tiempo. Esto es algo que no puede suceder, sin embargo, mientras lleves el juicio sobre ello.
El divorcio es duro. Es doloroso. Pero no es algo de lo que haya que avergonzarse. No tienes que gritarlo al mundo. Pero tampoco tienes que soportar el estigma del divorcio.
La depresión es una condición médica. Es un problema serio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que se convertirá en la mayor enfermedad no transmisible del mundo. Si realmente tiene depresión, necesita que se la diagnostiquen y traten adecuadamente. Para ello, tendrá que recurrir a los servicios de un profesional de la salud mental: un psiquiatra o un psicólogo clínico.
Sin embargo, si la depresión que experimenta es la tristeza por cómo percibe que ha resultado su vida, es algo que puede superarse. Puedes hacer algo con los problemas que has descrito. Al darte cuenta de ello, puedes cambiar tu percepción sobre la situación. Tener una actitud más positiva hacia estas cosas te ayudará a superar esa tristeza.
Hablando de cambiar las percepciones, te ruego que me digas: ¿cómo esperas conocer y establecerte con una mujer cuando admites que no confías en las mujeres? Si esta es tu actitud, cualquier intento que hagas de hablar y conocer a las mujeres parecerá falso. Y la gente se da cuenta cuando lo es.
Las payasadas de tu madre durante el divorcio pueden haber sido malas. Pero son suyas. No significan los comportamientos de todas las mujeres. Hay muchas personas que engañan y mienten. Es lamentable que las mujeres que conociste hicieran esas cosas. De nuevo, sólo es indicativo de su carácter y no del de todas las mujeres.
Realmente tienes que aceptar lo que ha sucedido en el pasado. Tienes que examinar cómo ha afectado a la forma en que te percibes a ti misma y al mundo que te rodea. Esa sería la mejor manera de cambiar la forma en que percibes esas cosas que ahora consideras importantes.
Conocer a la gente -en el sentido romántico, especialmente- no es fácil. No es como en las películas en las que ves a alguien que te atrae, te acercas a él y le dices algo ingenioso, entras en conversación y unos meses después, todo es feliz para siempre. Esto puede suceder, pero la mayoría de las veces no es tan fácil.
La única manera de conocer gente es poniéndote en evidencia. Deja que tus amigos sepan que estás buscando conocer a alguien. Deja que la gente te presente. Por muy desalentador que sea, acude a citas a ciegas.
Si prefieres ser más precavido, puedes probar con Internet. Es una forma perfectamente aceptable de conocer a posibles parejas románticas. Hay muchos sitios web de citas legítimos. Proporcionar información sobre ti mismo te ayudará a identificar y conocer a otras personas con intereses similares. No eres el único con intereses peculiares. Hay muchos otros. De hecho, hay sitios web de citas creados específicamente para personas con determinados intereses e incluso afiliaciones políticas. Una búsqueda en Internet le proporcionará una lista de sitios web de citas adecuados, así como directrices sobre cómo utilizar eficazmente la plataforma. También hay directrices sobre cómo estar seguro y no deben ser ignoradas.
Nuestro pasado nos hace ser quienes somos. Pero eso no significa que seamos esclavos de nuestro pasado. La importancia de la historia es aprender cómo se cometieron los errores y cómo evitar repetirlos en el futuro. Nadie puede culparte por lo que pasó en el pasado, especialmente cuando las cosas no estaban bajo tu control.
Lo importante es no juzgarse por lo que pasó. Por muy dolorosas que sean las cosas, llega un momento en el que simplemente hay que aceptar todo lo que ha pasado y más adelante.
La vergüenza y los rencores que cargamos no hacen otra cosa que perjudicarnos y obstaculizar nuestros esfuerzos por tomar mejores decisiones para el presente y el futuro. – Thelma