El término «vampiro energético» también se utiliza metafóricamente para referirse a las personas cuya influencia hace que una persona se sienta agotada, desconcentrada y deprimida, sin atribuir el fenómeno a la interferencia psíquica.
Dion Fortune escribió sobre el parasitismo psíquico en relación con el vampirismo ya en 1930 en su libro Psychic Self-Defense. Fortune consideraba el vampirismo psíquico como una combinación de patología psíquica y psicológica, y distinguía entre lo que ella consideraba verdadero vampirismo psíquico y las condiciones mentales que producen síntomas similares. A estos últimos los denominó folie à deux y fenómenos similares.
El término «vampiro psíquico» fue popularizado en la década de 1960 por Anton LaVey y su Iglesia de Satán. LaVey escribió sobre el tema en su libro La Biblia Satánica y afirmó haber acuñado el término. LaVey utilizó el término vampiro psíquico para referirse a una persona espiritual o emocionalmente débil que drena la energía vital de otras personas. Adam Parfrey también atribuyó el término a LaVey en una introducción a El cuaderno del diablo.
El cantautor inglés Peter Hammill atribuye a su antiguo colega del Van der Graaf Generator, el violinista Graham Smith, la acuñación del término «vampiros energéticos» en la década de 1970 para describir a los fans intrusivos y demasiado entusiastas. Hammill incluyó una canción del mismo nombre en su álbum de 1978 The Future Now.
Los términos «vampiro energético» y «vampiro psíquico» se han utilizado como sinónimos en Rusia desde la caída de la Unión Soviética como parte de un renacimiento ocultista.
La serie de televisión de comedia de terror estadounidense de 2019 What We Do in the Shadows (Lo que hacemos en las sombras) incluye un personaje, Colin Robinson, que es un «vampiro energético».
Subcultura vampíricaEditar
Sociólogos como Mark Benecke y A. Asbjorn Jon. han identificado una subcultura de personas que se presentan como vampiros. Jon ha señalado que los entusiastas de la subcultura vampírica emulan a los vampiros psíquicos tradicionales en el sentido de que describen «la presa de la fuerza vital o la energía ‘pránica'». Entre las figuras destacadas de la subcultura se encuentra Michelle Belanger, una autodenominada vampiro psíquico, que escribió un libro titulado The Psychic Vampire Codex: A Manual of Magick and Energy Work, publicado en 2004 por la editorial New Age Weiser Books. Belanger detalla un enfoque vampírico del trabajo energético que, según ella, los vampiros psíquicos pueden utilizar para curar a los demás, lo que representa un intento de desvincular la subcultura de los vampiros psíquicos de las connotaciones negativas del vampirismo.