La insuficiencia pancreática exocrina (IPE) es una afección caracterizada por la deficiencia de las enzimas pancreáticas exocrinas, lo que da lugar a la incapacidad de digerir correctamente los alimentos, o a la maldigestión.
¿Quiénes padecen IPE?
La IPE está asociada a ciertas enfermedades y afecciones que afectan al páncreas. Algunas de estas enfermedades se padecen de nacimiento, como la fibrosis quística, mientras que otras pueden aparecer más tarde en la vida, como es el caso de la pancreatitis crónica.
La EPI puede estar asociada a la pancreatitis crónica y a la fibrosis quística. Si tiene una de estas enfermedades y síntomas de EPI, le recomendamos que hable con su médico.
Pancreatitis crónica
La pancreatitis crónica (PC) es la causa más común de EPI en adultos. Con el transcurso de los años, la inflamación puede provocar daños irreversibles en el páncreas, incluidas las células que secretan las enzimas digestivas pancreáticas y las células que producen insulina, lo que conduce a la diabetes.
Fibrosis quística
La fibrosis quística (FQ) es una afección genética hereditaria que provoca una enfermedad crónica que afecta principalmente a los pulmones y a los sistemas digestivo y reproductor. En los pacientes con FQ, se produce una mucosidad espesa y pegajosa en ciertos órganos de todo el cuerpo, más comúnmente en los pulmones y el sistema digestivo, incluido el páncreas. Muchas personas que viven con FQ son incapaces de digerir correctamente los alimentos porque también pueden tener EPI.
Diagnóstico de EPI
Si tienes insuficiencia pancreática exocrina (EPI), tu cuerpo no puede digerir correctamente las grasas, las proteínas y los carbohidratos de los alimentos que comes. Además de impedir una digestión adecuada, la IPE produce molestos síntomas gastrointestinales (GI).
Sólo su médico puede saber si sus síntomas GI se deben a la IPE o a otra afección digestiva. Por eso es tan importante que hable con su médico sobre su historial médico y todos sus medicamentos, incluyendo todas las vitaminas y suplementos que toma. Y asegúrese de abrirse y compartir todos sus síntomas en su próxima visita.
Viviendo con EPI
Obteniendo la nutrición de los alimentos
Los alimentos que usted come contienen 3 nutrientes principales: grasas, proteínas y carbohidratos. Tu cuerpo utiliza estos nutrientes para ayudar a darte energía para funcionar.
La GRASA se encuentra en alimentos como los frutos secos y el queso.
La PROTEÍNA proviene de alimentos como la carne, las aves y el pescado.
Los CARBOHIDRATOS se encuentran en el pan y la pasta. Los carbohidratos se descomponen en azúcares.
Si tiene EPI, su páncreas no puede descomponer correctamente los alimentos, lo que provoca una mala digestión de los nutrientes, especialmente de las grasas. Comer sano es importante para todos. Pero es especialmente importante que las personas con EPI sigan una dieta rica en nutrientes -junto con la toma de la terapia de sustitución de enzimas pancreáticas con cada comida y tentempié-, ya que la EPI interfiere en la absorción de nutrientes.
Si le han diagnosticado EPI, debe trabajar con su médico o nutricionista para asegurarse de que se satisfacen todas sus necesidades dietéticas.
Terapias de sustitución de enzimas pancreáticas
Su médico puede empezar a administrarle un tratamiento con receta llamado terapia de sustitución de enzimas pancreáticas o PERT. Los PERT son el principal tratamiento para la IPE: sustituyen las enzimas digestivas que su páncreas ya no produce. Cuando se toman con los alimentos, los PERT ayudan a descomponer los nutrientes de los alimentos.
Vitaminas y suplementos
Si tiene insuficiencia pancreática exocrina (IPE), es posible que su cuerpo no absorba los nutrientes de los alimentos que consume. Su médico puede recetarle suplementos vitamínicos y minerales para ayudarle a mantener los niveles adecuados de las vitaminas liposolubles A, D, E y K.
Comer sano con EPI y fibrosis quística (FQ)
Una dieta alta en calorías con cantidades adecuadas de grasa es especialmente importante para ayudar a los pacientes con FQ a crecer, desarrollarse y prosperar. Los pacientes con FQ deben trabajar con su dietista o nutricionista para asegurarse de que se satisfacen sus necesidades nutricionales adecuadas.