Esopo fue un escritor de la Antigua Grecia que vivió en el siglo VI a.C. en Atenas, Grecia.
De Esopo (Aisopos en griego, Αίσωπος) se conocen los mitos que escribió, denominados Fábulas de Esopo.
Poco se sabe de la vida de Esopo. Según los datos históricos era un esclavo, mientras que algunas leyendas sugieren que Esopo era un esclavo jorobado y feo, aunque su aspecto real es un misterio.
Una cosa se sabe con certeza: Esopo era un hombre muy inteligente, ingenioso e inventivo. Y gracias a estas cualidades pudo adquirir su libertad.
Leyendas sobre Esopo
Una de las leyendas más famosas cuenta que durante un banquete, el señor de Esopo afirmó con demasiada audacia que se bebería el mar. Si no podía perdería toda su riqueza. A la mañana siguiente, dándose cuenta de que su pretensión era imposible de cumplir, llamó a Esopo.
El esclavo se dio cuenta rápidamente del problema en el que se encontraba su señor y le prometió que le ayudaría a salvar su dignidad y su honor.
Ambos hombres se dirigieron a la orilla del mar para enfrentarse a una ruidosa multitud, reunida para ver cómo el estúpido iba a «beber el mar».
Esopo explicó a la gente que su amo podía «beber» el mar, pero para que se cumplieran las reglas había que retirar toda el agua de los ríos y lagos, que desembocaban en el mar.
Huelga decir que nadie pudo separar el mar, y el amo salvó su riqueza y honor. Como recompensa Esopo recibió su libertad.
La muerte de Esopo
En todas las historias, cuyo personaje es Esopo, siempre fue más inteligente que su amo, y más sabio que el más sabio.
Por eso los sacerdotes délficos del templo del dios griego Apolo no perdonaron la sabiduría del esclavo. Cuenta la leyenda que Esopo fue arrojado al mar desde un acantilado, acusado en el robo de una copa de oro de un templo. Las acciones inmorales de los sacerdotes fueron castigadas por Apolo, que envió la peste para enfermar a sus indignos servidores en su santuario de Delfos.
Sólo podemos especular si esta es la verdad sobre la muerte de Esopo. Sí sabemos, sin embargo, que con su nombre se asocia la aparición de la fábula como género en la literatura griega.
Esopo toma temas e ideas del patrimonio folclórico para crear sus obras. Las fábulas de Esopo no fueron escritas en vida, sino que se transmitieron de boca en boca. Con el tiempo, otras fábulas fueron acreditadas a Esopo.
Finalmente, se creó una colección de 352 interesantes y originales mitos griegos, llamados simplemente «fábulas de Esopo».
Esopo – El antiguo escritor de mitos y fábulas griegas
Como género de fábulas se acercan al ambiente artístico de los cuentos de hadas sobre animales. No son los típicos mitos griegos que conocemos por la mitología griega sobre dioses y héroes.
Observando la vida y características de los animales, el fabulista hace una comparación entre ellos y las características morales de los hombres.
La astucia no es exclusiva del zorro, la calma – no sólo de las palomas, el engaño – no sólo de la serpiente, la cobardía – no sólo de los conejos.
Todas estas propiedades se pueden encontrar en la conducta de las personas. Viendo estas similitudes, la gente comenzó a llamarse zorro, serpiente, conejo en sus relaciones domésticas.
Pero las imágenes de los animales y las plantas también tienen un significado parabólico: el burro comenzó a expresar las características de un hombre duro y estúpido, la oveja – del gentil e inofensivo, la serpiente – del malvado y vengativo, y el lobo revela la naturaleza de un hombre malvado y cruel.
Enseñanzas y preceptos en las Fábulas de Esopo
En ese sentido Esopo resume la moral esencial de su tiempo, dándoles una valoración satírica. Para ocultar la agudeza de sus críticas, pero también para provocar el ingenio de las personas, Esopo suele comparar a las personas con los animales y las plantas.
Este particular sentido de la expresión se ha asociado a Esopo a lo largo de los siglos, empezando por la antigua Grecia, pasando por Roma y Bizancio, llegando al Renacimiento y sobreviviendo hasta nuestros días. Desde la época de Esopo la fábula fue una poderosa herramienta para exponer y ridiculizar nuestros males y vicios como personas y como sociedad.
Las fábulas de Esopo pueden ser cortas, pero ofrecen una sabia lección al final. A nosotros nos corresponde descubrir por nosotros mismos lo que se esconde detrás de las imágenes presentadas por el autor.