Los brotes de soja son una de las verduras más populares de la cocina china y taiwanesa. Su textura crujiente y su sabor dulce permiten cocinarlos de muchas maneras diferentes, como añadirlos a las sopas de fideos o hacer rellenos de rollitos de primavera o albóndigas. También se pueden saltear con prácticamente cualquier cosa. Estas gordas hebras de color blanco plateado, con «cuernos» amarillos en un extremo y una cola en forma de hilo en el otro, ofrecen una interesante presentación en el plato.
Los chinos llevan miles de años cocinando con brotes de judías mungo. La mayoría de los brotes de judías mungo que se venden en nuestros supermercados locales suelen ser auténticos brotes de judías mungo. El otro brote de soja que se utiliza habitualmente en la cocina china es el de soja, pero puede ser más difícil de encontrar en algunas zonas.
Comer brotes de soja con regularidad es una forma estupenda de potenciar la nutrición en su dieta. Son bajos en calorías, altos en proteínas y casi no contienen grasa. Los brotes de soja son también una gran manera de consumir vitaminas C y B, así como ácido fólico, que puede ayudarle a prevenir la anemia y los defectos de nacimiento.